REFLEXIONES ACERCA DE LA VERDAD...

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Puede la verdad ser encontrada mediante la búsqueda? ¿Es ella reconocible cuando la hemos encontrado? Si la encontramos, ¿podemos decir "ésta es la Verdad", "esto es lo real"? ¿Tiene algún sentido la búsqueda?
Aunque muchas personas reaccionan con excepticismo ante declaraciones o afirmaciones de que tal o cual creencia es "la verdad", la búsqueda de la verdad es la meta de toda acción de pensar, una constante en el ser humano; y la necesidad de comprender las cosas que suceden en nuestro entorno, lleva a las personas a hacer sacrificios muy importantes y meritorios en sus vidas.
Con el paso del tiempo, los seres humanos nos damos cuenta que la duda entre qué es lo verdadero y qué es lo falso, no es una preocupación nueva, sino central de la filosofía desde los tiempos de la Grecia clásica hasta la fecha, y evidentemente no ha podido ser resuelta a través de ningún método que nos garantice el acceso a la verdad o el reconocimiento de la falsedad.
Nosotros nos proponemos una tarea apasionante pero que sabemos ingrata: la búsqueda de la verdad. Decimos ingrata porque no toda persona aprecia esta labor. Hay personas enclaustradas en monasterios ideológicos, que se sienten ofendidas e incluso atacadas cuando alguien cuestiona sus creencias más fundamentales: la creencia en Dios; la de que éste se manifiesta por un libro sagrado; y que las interpretaciones que éste hace sobre ese escrito, son la verdad.
Muchas no quieren escuchar ni leer nada que cuestiones mínimamente esos tres pilares, pues hacer esto podría socavar el 'control' que tiene de las cosas, lo que desestabilizaría enormente su concepción de la vida.
Si usted es tal como describimos, este lugar que está visitando no es el más apropiado para usted. En nuestro afán por separar la paja del trigo, hay muchos aspectos cuestionados y cuestionables que irán apareciendo bimestralmente en esta Web, que pudieran dañar su sensibilidad, su visión de las cosas, su verdad.
Por otro lado, si usted tiene o quiere tener una amplia visión de las cosas, en ningún momento se sentirá ofendido por lo que recogemos aquí, que no es que hayamos descubierto verdades nuevas, sino que, como dijo el fundador de los Testigos de Jehová, Charles Taze Russel: “Nuestra labor [...] ha sido juntar estos fragmentos de la verdad que han estado esparcidos por largo tiempo y presentarlos al pueblo del Señor, no como nuevos, ni como nuestros, sino como del Señor. [...] No debemos atribuirnos siquiera el haber hallado y puesto en orden nuevo estas gemas de la verdad”.
Pues bien, nosotros nos hemos propuesto lo mismo. En revistas y libros del pasado y del presente, existen muchos "fragmentos de la verdad" que están esparcidos por largo tiempo, y que ahora pretendemos presentar al mundo en general, por medio de este instrumento denominado 'red de redes', en un bloque armonizado, donde sea fácil definir ideas. Nuestra labor va a consistir en "reconstruir, ajustar y armonizar, más bien que en originar”. Por eso, el crédito debe darse a aquellos que son los autores de los artículos reproducidos, no a nosotros.
La única diferencia es que estos los presentamos, no como del Señor, [...] ni movidos por éste ni por aquél, sino para la gloria del ser humano, que ha evolucionado mentalmente de estados primigenios, en los que sus únicos pensamientos se centraban en hacer presa de algunos frutos, semillas y animales, en algún que otro utensilio y un poco de seguridad, a crear la técnica, los mundos de formas: la religión, la filosofía, la música, el arte, etc.
Invitamos a nuestros lectores a que nos remitan sus comentarios y sugerencias, a que nos indiquen artículos que debieran estar recogidos en nuestras páginas, incluso a que nos lo remitan. Con gusto, estudiaremos el asunto y los montaremos en nuestra Web.
A los que no les guste nuestras páginas, lo sentimos, no es nuestro objetivo molestar, enfrentar o distanciar, empero no estamos aquí para gustar al ojo o regalar al oído. Estamos aquí porque amamos la verdad, pero no la verdad de éste o aquél, sino la verdad con mayúsculas. Como dijo Machado, "la tuya, guárdatela."