SE DIJO al apóstol Juan que escribiera al ángel de la congregación de Esmirna: “Pruébate fiel hasta la misma muerte, y yo te daré la corona de la vida”. (Revelación 2:8, 10.) Por lo tanto, anunciamos, con tristeza y alegría a la vez, que Frederick William Franz, presidente de la Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania y la Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc., así como de otros organismos teocráticos, terminó su vida terrenal la mañana del día 22 de diciembre de 1992. Es un anuncio triste porque tiene que ver con la desaparición de la escena terrestre de un amado siervo de Jehová de sobresaliente fidelidad. No obstante, también es un anuncio alegre porque ahora se pueden aplicar las palabras de Revelación 14:13 a nuestro querido hermano Franz: “Felices son los muertos que mueren en unión con el Señor desde este tiempo en adelante. Sí, dice el espíritu, que descansen de sus labores, porque las cosas que hicieron van junto con ellos”. El hermano Franz era modesto y humilde, un ministro muy trabajador y productivo que Jehová Dios utilizó poderosamente como miembro del “esclavo fiel y discreto” para ayudar a dispensar el alimento espiritual a los “domésticos” y sus compañeros. (Mateo 24:45-47.) El hermano Franz nació el 12 de septiembre de 1893 en Covington (Kentucky). Su hermano mayor lo puso en contacto con la verdad. En aquel tiempo cursaba estudios en la Universidad de Cincinnati para ser ministro presbiteriano. Pero se separó de la Iglesia Presbiteriana y se asoció con los Estudiantes de la Biblia, como se llamaba entonces a los testigos de Jehová. Se bautizó el 30 de noviembre de 1913, y al año siguiente dejó la universidad y emprendió el servicio de repartidor (precursor). El 1 de junio de 1920 llegó a formar parte de la familia de Betel de Brooklyn. Al poco tiempo se le puso a cargo de la mesa de repartidores y en 1926 se le asignó al departamento editorial, donde fue un escritor prolífico. En 1945 fue nombrado vicepresidente de la Sociedad Watch Tower y otras agencias relacionadas. En 1977, cuando murió el entonces presidente, Nathan H. Knorr, fue elegido presidente de la Sociedad Watch Tower, puesto en el que sirvió hasta su muerte. El hermano Franz vio aumentar durante su vida el número de testigos de Jehová de unos cuantos miles a casi cuatro millones y medio. Disfrutó de muchos privilegios de servicio, como hablar en asambleas internacionales y visitar sucursales y hogares misionales en muchas partes del mundo. Su biografía se publicó en La Atalaya del 1 de mayo de 1987. El lunes 28 de diciembre de 1992 por la tarde se celebró un servicio de funeral en el Salón del Reino de la casa Betel de Brooklyn. El hermano Albert D. Schroeder, del Cuerpo Gobernante, presentó un discurso muy afectuoso y edificante espiritualmente. Las familias de Betel de las Haciendas Watchtower, Patterson, Hacienda de la Montaña y Hacienda del Reino, así como la familia de Betel de la sucursal de Canadá, lo oyeron por hilo telefónico. Todos, especialmente los que trabajaron cerca de él, echarán mucho de menos al hermano Franz. Era comprensivo, animador y paciente con todos aquellos con quienes sirvió y viajó. Sus compañeros de creencia lo trataron según el espíritu de las palabras de Hebreos 13:7: “Acuérdense de los que llevan la delantera entre ustedes, los cuales les han hablado la palabra de Dios, y al contemplar detenidamente en lo que resulta la conducta de ellos, imiten su fe”. El 30 de diciembre de 1992, el hermano Milton G. Henschel fue elegido quinto presidente de la Sociedad, para suceder al hermano Franz.

Nota de la dirección de esta Web: Se dice de este hombre, que al morir fue 'Premiado con “la corona de la vida”, pretendiendo resumir la vida de uno de los hombres más longuevos de la Junta Directiva o 'Cuerpo Gobernante' de los testigos de Jehová. Al bautizarse en 1913, este hombre vivió durante tres etapas diferentes: las presidencias del Sr. Russell, el Sr. Rutherford, y el Sr. Knorr. ¡En 1977 fue premiado con “la corona” de la Presidencia de la Society Watch Tower Bible and Tract! ¡Y llevó la 'corona' durante 15 años! ¡Esa, evidentemente, sí fue el colofón que coronó su vida! Pensar en otro tipo de 'corona' por parte de sus compañeros, es absolutamente contradictorio con las doctrinas de los Testigos de Jehová, que afirman que "una persona no es santificada o “consagrada” por los hombres o por una organización, ni tiene que esperar hasta después de la muerte para que le hagan “santo” o “santa”. (Perspicacia, tomo II, pág. 941) Decir que Fred Franz, al tiempo de su muerte, fue premiado con “la corona de la vida”, es confirmar que Fred Franz es 'santo', y que ya ha sido compensado por Dios con vida inmortal en el cielo. Ellos ridiculizan doctrinas de otros colectivos religiosos que creen en el cielo, como lugar de recompensa de las personas piadosas, o que 'elevan a los altares' a sus miembros, pero hacen lo mismo que critican: Declaran que este líder, su gran 'teólogo', el 'transmisor' de los pensamientos de Dios durante el siglo XX, el que levantó el rumor que el fin de los 6.000 años sería en Octubre de 1975, y que podría ser muy apropiado que en tal fecha diera comienzo el Reino Milenario de Cristo, ¡ese ha sido premiado con la 'corona de la vida'! No se dan cuenta que la 'corona' la llevó puesta en vida, y hasta su muerte, y que tal corona era la gloria, el alago, la supremacía que sus compañeros le dieron, una 'corona corruptible', como dijo Pablo, (1Co 9:25) que se desmoronó con la muerte.