Fobias que tienen los Testigos de Jehová



Como y por que la Sociedad Watchtower usa el temor para controlar a sus seguidores

“Nada es tan temible como el temor mismo.”
Henry David Thoreau (1817-1862)

 

Fobia – (del griego phobos, miedo). Apasionada aversión hacia una cosa. (Pequeño Larousse Ilustrado, 1972)

Quienes han luchado contra algunas fobias entienden cuán inmunes al análisis lógico pueden resultar tales fobias. Sucede algo parecido cuando se va repitiendo una pesadilla en la que se huye de un monstruo horroroso: no parece penetrar nunca la idea de que los monstruos no existen. Los temores irracionales siguen atormentando a la victima.

Mientras que las pesadillas son pasajeras y normalmente olvidadas, a la mañana siguiente, otros temores, algunos de ellos iguales de poderosos, yacen en la conciencia de la persona aun cuando esté despierta. Temores a las alturas, a los perros, a los lugares cerrados, etc., hacen daño a la persona, influyendo en su estilo de vida.

Sin embargo, poco caso se ha hecho de los temores religiosos. Ahora queda bien claro que personas con mentes manipuladoras pueden fácilmente torcer las Escrituras para provocar sentimientos de temor, de culpabilidad, de remordimiento, e incluso de histeria. Los seguidores de Jim Jones y del Ayatola Khomeini lo verifican. Lo sorprendente es que las victimas suelen ser consciente de su paradoja y darse cuenta de que es destructiva, pero se sienten impotentes para vencerla.

Esto es muy cierto entre los testigos de Jehová. Insatisfecha con sólo las Escrituras, la Sociedad Watchtower ha añadido a la Biblia comentarios que forman un verdadero “Talmud” de reglas, normas y prohibiciones que controlan la vida del adepto. Estas reglas y normas crean temores innecesarios y, a su vez, sentimientos de culpabilidad.

¿Por qué insiste la Sociedad Watchtower en interpretar cuidadosamente casi todo lo que se refiere a la conducta de sus seguidores? Además, ¿por qué cumplen los Testigos con todas las normas, incluso cuando abrigan dudas de que estas normas provengan de Dios?

Para contestar a la primera pregunta, hemos de entender los motivos de la Sociedad Watchtower. Los dirigentes no quieren hacer daño a sus seguidores sino que, al contrario, creen obrar para su provecho. Creen agradar a Dios definiendo normas de conducta para mas de seis millones de Testigos, y piensan que por eso Dios les dará vida eterna.

Lo que no entienden los dirigentes de la Sociedad Watchtower es que comparte los sentimientos y convicciones de los fariseos del tiempo de Jesús. Desarrollando un comentario extenso sobre las Escrituras, estos llegaron a hacer reglas sobre todos los aspectos de la vida. Jesús dijo en cuanto a ellos: “Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas” (Mateo 23:4). Su falta no consistía precisamente en no guardar las mismas leyes que habían hecho. El problema era ese: instaban a sus seguidores a guardar una ley moral a guardar una ley moral mientras que ellos mismos se negaban a remediar la falta de misericordia y justicia que había en sus propios corazones. (Véase Mateo 23:23) Aunque se esforzaban en guardar sus leyes, merecieron la condenación de Jesús, y eso por no querer una relación personal con Él. (Véase Juan 5:39, 40)

Al igual que el legalismo, las fobias son una forma de manipulación. Como algún padre cuyo hijo moja la cama le asusta con historias de lo que les pasa a tales niños, algunas organizaciones religiosas recurren al adoctrinamiento por medio de fobias, en lugar de atraer a sus seguidores a través del  amor y la misericordia.

Mientras que el uso del adoctrinamiento en base de fobias lo explica un esfuerzo de controlar las acciones y comportamientos de los demás, resulta más compleja de entender la situación de la victima.

A menudo quienes buscan sectas religiosas legalistas son victimas de fobias inculcadas en su niñez. La persona cuyos padres le enseñaron a temer la vida, la gente, el matrimonio, o el éxito, encontrará refugio en una religión que predica el juicio final y engendra un complejo de persecución en sus miembros. Tal como hace el cónyuge codependiente del alcohólico, no busca lo que necesita para huir del abuso, sino que busca lo que ya le es cómodo. Aunque cueste creerlo, una persona adicta a las fobias y al control de la mente puede sentirse cómoda con ellos porque está familiarizada con ellos.

Las fobias se pueden tratar con éxito, pero la victima debe reconocerlas, y suele necesitar que alguien la vaya aconsejando. Muchos ex Testigos han sido librados de temores destructivos para vivir su fe con un corazón libre.

Las Fobias de los Testigos

El temor a la duda:

Los nuevos Testigos suelen atravesar una temporada de lucha interna contra las dudas; se ven obligados a reprimir datos que no encajan con las enseñanzas de la Sociedad Watchtower. Pronto aprenden a descartar sus dudas, pero raras veces llegan a resolver las discrepancias que han percibido. Por eso, cuando algo reaviva sus dudas o amenaza su sistema de creencias, se asustan. Su sistema está basado en la doctrina antes que en una relación personal con Jesucristo. La duda les produce una angustia aguda y hace todo lo posible para evitar situaciones en las cuales sus dudas podrían resurgir.

El temor de salir de la Organización:

Puede que éste sea el mayor de sus temores, debido al cambio que se produciría en su bienestar mental y social. El Testigo supone que tendría un intenso sentimiento de culpabilidad, vergüenza y deseos de suicidarse. Además, sabe que perdería a todos sus amigos entre los Testigos y que incluso cualquier pariente que pertenezca a la Organización se negaría a dirigirle la palabra. Vería confirmadas sus peores sospechas acerca de sí mismo y de su depravación inherente. Probablemente llegaría Armagedón mientras no estuviera en comunión con los Testigos. Cree que no tendría dónde ir, y que pasaría el resto de su vida solo y desgraciado.

Temor a la gente del mundo: 

Puesto que sólo el pueblo de Jehová se salvará, todos los demás serán destruidos en Armagedón. No importa cuán religiosos o piadosos parezcan algunos de fuera, son “del mundo” y, por consiguiente, malas compañías. Corromperían la moralidad del Testigo. El diablo los usaría para infiltrar su mente con dudas acerca de la Organización, y serian la causa de que aflojase en su labor de testimonio.

Temor al éxito:

Se le dice que es peligroso el aspirar tener una carrera este sistema pórquele sujetaría a toda clase de distracciones, principalmente el amor al dinero. A menudo se le hace sentir culpable por desear estudios superiores, puesto que el ir de puerta en puerta es la mejor manera de gastar el poco tiempo que queda antes del fin de este viejo sistema malvado.

Si ya tiene dinero o una buena formación, tu congregación te tratará de acuerdo con el espíritu que tenga ella: o te despreciarán por tu supuesto materialismo, o te respetarán por saber compaginar poder en el mundo con éxito “en la verdad,” lo cual también supone un testimonio positivo hacia los de fuera. ¡Muchos criterios variables!

Temor a las amistades intimas:

Una característica deplorable de las relaciones de los Testigos es que sus líderes les animan a espiarse mutuamente. Si notan algo impropio en la vida de un hermano, deben hacerle frente o informar a los ancianos o ambas cosas (generalmente se hace simultáneamente). La ley del más fuerte impera en la Organización. Por encima está el Cuerpo Gobernante, seguidos por los obreros de Betel y los superintendentes de circuito y/o distrito; luego vienen los ancianos locales, los precursores y los siervos ministeriales y, finalmente, los publicadores (siendo las mujeres las menos favorecidas). Dado que las confidencias no se pueden guardar y admitir luchas interiores es exponer sea ser castigado o “amonestados”, los Testigos no pueden abrirse a los suyos sino que se dirigen a los no-Testigos para compartir cosas intimas.

Temor al diablo:

El diablo es un ser que inesperadamente intentó frustrar los propósitos de Dios en el Edén y lo logró acomplejar a Dios. Dios no lo puede destruir porque los ángeles sospecharían de sus motivos. Dios no tiene más remedio que dejar que el diablo desarrolle su plan. Puesto que el diablo limita a Dios, los Testigos le atribuyen cierto poder sobre ellos mismos, y con frecuencia le temen.

Temor a los “apostatas”:

Los Testigos describen a los que salen de la Organización,  sea cual sea el motivo, en términos pésimos. Según ellos, son orgullosos, egoístas, en contra de la autoridad, mentirosos, engañadores, fornicadores, generalmente dignos de ser temidos. Los Testigos toman medidas exageradas para evitar incluso mirar a los ojos de un ex-Testigo. Hasta puede que cambien de domicilio.

Temor al saber:

Se les advierte que no vayan “más allá de las cosas que son escritas.” En práctica, eso viene a significar que no deben tener pensamientos que el Cuerpo Gobernante no haya tenido antes que ellos, o pensamientos contrarios a la doctrina o normas de la Organización. Usan técnicas de control mental para cortar pensamientos que podrían fomentar las dudas o incrementar su disonancia interna.

Al Testigo le enseñan que los estudios universitarios le llevarán a criticar las verdades de la Sociedad Watchtower y a rechazar la autoridad de la Organización. Leer libros no publicados por la Sociedad le pondrá en peligro a ser influido por creencias erróneas y corromperá el “lenguaje puro” que utilizan los Testigos.

Temor a Dios:

Aunque en las publicaciones de los testigos de Jehová presenten a un Dios bondadoso, en la práctica Dios es riguroso y exigente una vez que te hayas bautizado. La salvación nunca llega a estar asegurada. Los Testigos sólo pueden considerarse salvos de un momento para otro. Puesto que su religión no promueve una relación personal con Cristo y tampoco enseña que el Espíritu Santo reside en el creyente,  éste no recibe el verdadero gozo de la comunión con Dios. El vacío lo llena el orgullo por logros personales o de la Organización, y el sentimiento de ser miembro de un grupo selecto.

Temor a Armagedón:

Aunque los testigos de Jehová consideran la muerte como aniquilación, según ellos habrá ultrajes especiales reservados para quienes no estén completamente involucrados en las actividades de la Organización cuando llegue el fin. Sus ojos se pudrirán y Dios los inmolará  con sus propias manos. Imagines como esta [gráfico tomado “De paraíso perdido a paraíso recobrado” edición 1959, p. 209] sirve para mantener una visión gráfica de lo que será Armagedón. Se teme mucho la vergüenza y desesperación intensas que sin duda sufrirán los Testigos al ver a sus amigos morir mientras ellos sobreviven. 

Temor a las demás religiones:

Todas las demás religiones forman parte de Babilonia la Grande, el imperio mundial de la religión falsa. Pronto Dios destruirá enteramente a Babilonia junto con sus “amantes”, o sea, todos los que asisten a una iglesia o simpatizan con ella. Se considera que todos los objetos y ritos religiosos son diabólicos y peligrosos; en consecuencia, se evita todo contacto físico con lo religioso. A los Testigos no le es permitido asistir a bodas o entierros en iglesias, participar en las fiestas tradicionales, o incluso hacer regalos para Navidad. Todas las Biblias menos la traducción de Nuevo Mundo han sido corrompidas por los eruditos de la Cristiandad. El temor a un ataque demoníaco siempre existe cuando un Testigo encuentra otras religiones y/o tiene comunión con otras personas religiosas.

Por todo lo expuesto si no quiere sufrir este proceso de destrucción, no se engañe ni se deje engañar, piense antes de seguir con ese sistema destructor de la personalidad y medite en el verdadero mundo de los Testigos de Jehová.


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