El original de la presente carta fue entregada a los directores o supervisores de la congregación situada en Crevillente (Alicante), como prueba y deseo de renunciar a ser identificado o reconocido como 'testigo de Jehová, por parte de José Luis Urbán Grau.
No es el primero ni será el último. José Luis quería saber si el Testigo de a pie tiene derecho a investigar y a comprobar la veracidad de la declaración que efectúa un libro que fue la puerta de entrada para él en los testigos de Jehová.
Este libro denominado «La Verdad que lleva a Vida Eterna» decía en su página 13
"No solo tenemos que examinar lo que creemos personalmente, sino también lo que enseña cualquier organización religiosa con la cual estemos asociados. ¿Están sus enseñanzas en plena armonía con la Palabra de Dios, o se basan en las tradiciones de los hombres?" [pág. 13.]"
José Luis se preguntaba: «¿Tengo yo, como testigo de Jehová derecho a hacer esto?» Amparado en este derecho, comenzó a investigar las razones de los recientes cambios doctrinales que están efectuando los dirigentes de los testigos de Jehová sobre expectativas no cumplidas, sobre enseñanzas obsoletas, y sobre comportamientos que hace años les habían llevado al sufrimiento innecesario, incluso la muerte de muchos de ellos.
En esa investigación, llegó a sus manos el libro «Crisis de Conciencia», un libro escrito por Raymond Franz, que durante 9 años, fue miembro de la cúpula de los testigos de Jehová ubicada en Brooklyn. No, aquello no podía ser así, razonaba. Pero él seguía investigando. La forma de expresarse de Franz era muy atractiva, pero más lo eran los argumentos expresados.
Y solicitó entrevistarse con Anibal Matos, que lo recibió después de mucho insistir, muy amablemente. Allí se presentó con un ejemplar del libro Crisis en busca de respuestas. Solo encontró buenas palabras, un rechazo casi obsesivo a tocar si acaso el libro que llevaba, (aunque el despacho en el que estuvo estaba repleto de libros de todos los colores y características, muchos de ellos, escritos por disidentes de otras religiones), un afán por imputar malos motivos al autor del libro, y un desviar la atención a las 'bondades' y ventajas de mantenerse unido a la Sociedad Watch Tower.
Después de dicha entrevista, José Luis dio con otro libro escrito esta vez, por una persona que nunca perteneció a los Testigos. Nos referimos a Antolín Diestre Gil, y su tesis doctoral intitulada «Manual de Controversia de Doctrinas y enseñanzas de los testigos de Jehová». Dicho manual fue resolutivo pues la afinidad en los argumentos, y la utilización de la razón, eran determinantes.
José Luis redactó una carta de renuncia y la presentó al cuerpo de ancianos de la congregación a la que asistía. Este era el contenido:
DE: JOSÉ L. URBÁN GRAU
A: HERMANOS, AMIGOS Y FAMILIARES
MOTIVO: CARTA DE NOTIFICACIÓN DE DESASOCIACIÓN
Queridos:
Comunicaros que después de algunos meses de hacer estudio y reflexión sobre algunos datos, (datos que están a vuestra disposición), he tomado la decisión de seguir esforzándome por ser un cristiano, (Hch. 11:26) un adorador del Soberano del Universo, en la medida que el conocimiento que él siga revelando a través del Espíritu santo y su palabra, la Biblia.
Teniendo como base los datos a los que he hecho alusión más arriba, he tomado la decisión y así os lo hago saber, que no deseo ser conocido como «testigo de Jehová». Esto no significa que vaya a dejar de santificar su gran nombre y hablar de su propósito, y de ninguna manera significa que invalide o renuncie a la dedicación personal que hice al Creador con motivo de mi bautismo el 4 de agosto de 1974.
Atentamente.
Fdo.
JOSÉ L. URBÁN GRAU
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COMENTARIOS DE LA REDACCIÓN:
Quienes conocen a José Luis, saben muy bien de su inteligencia, de su cordura y de su equilibrada manera de hacer las cosas. Fue precursor especial con su primera esposa, y sirvió durante muchos años como anciano que estuvo sinceramente preocupado por el rebaño. Él ha estado muchos años dentro de los Testigos, apoyando de todo corazón su sistema doctrinal y estructural, pero ha llegado el caso que, en conciencia, no podía seguir visitando a sus vecinos diciéndoles que Cristo fue entronizado como Rey el 2/3 de Octubre de 1914, algo que ya no cree, y algo que duda, lo crean los principales dirigentes de la sucursal española, incluso de la propia central en Nueva York.
Ha investigado en multitud de libros, Comentarios Bíblicos redactados por hombres de mucho peso en la investigación y en la exegesis bíblica, y los ha confrontado con las publicaciones de la Sociedad Watch Tower de los últimos cuarenta años, publicaciones que se recomendaban como «alimento a su debido tiempo». Su decisión ha sido pausada y meditada, de hecho, habría preferido que en su entrevista con el Sr. Matos o en sus muchos encuentros con 'ancianos' de su congregación, les hubieran proporcionado respuestas convicentes, y no meras exhortaciones a la lealtad a una organización, que supuestamente es la de Dios.
José Luis, con su salida de los testigos de Jehová no renuncia a nada de lo aprendido en la Biblia. Solo renuncia a TODO lo aprendido he inventado por la Sociedad Watch Tower, que se ha autoproclamado «atalaya portavoz» de las normas de Dios en este tiempo. Considera que esta es la mayor apostasía que se puede proclamar en la tierra: una organización humana que se identifica como canal de Dios, como mediador entre Dios y los hombres, y que por tanto, ocupa un «lugar santo» que no les pertenece. Cree firmemente que la Sociedad Watch Tower y en especial, su Cuerpo Gobernante o Junta Directiva, actuan igual que el denominado «hombre del desafuero», que
«está puesto en oposición y se alza a sí mismo sobre todo aquel a quien se llama “dios” o [todo] objeto de reverencia, de modo que se sienta en el templo del Dios, y públicamente ostenta ser un dios». (2 Tes. 2:4)
Siente dejar a personas a las que quería y respetaba, empero más siente que estas, en pos de seguir tras una política anticristiana, le vuelvan la espalda, le boicoteen su negocio, o le vuelvan la vista si se cruzan con él. Sabe que este proceder no es fruto de un malintencionado actuar individual de quien lo practica, sino de una torcida forma de interpretar e imponer colectivamente una política de protección organizacional de la Sociedad Watch Tower, que conlleva la expulsión si alguien no la sigue al pie de letra.
Querido José Luis. Sabemos que no te vas a cruzar de brazos en esta nueva etapa que has optado por vivir. Hay mucho que hacer en la obra del Señor, y lo primero ya lo has hecho: liberrarte de las ataduras impuestas por los hombres. Te deseamos para tí, para tu esposa y para tu futuro hijo, lo mejor para el mes de Junio.
(Contribuido)
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