Nosotros tenemos en los versos
22-29 la decisión de los Apóstoles sobre esta cuestión.
Ellos no sólo lo escribieron. Sino que lo enviaron a través de las manos de dos de sus hermanos más confiables,
Judas-Barsabás y Silas, con Pablo y Bernabé, para que ellos pudiesen tener el asunto escrito y en testimonio oral.
La declaración era que las enseñanzas inquietantes no habían sido autorizadas por los Apóstoles en Jerusalén.
Las que entonces ellos resumieron brevemente, no como una ley, sino como "cosas necesarias", lo siguiente:
(1) Absténgase de los sacrificados a los ídolos;
(2) Y de sangre;
(3) Y de cosas ahogadas;
(4) Y de la fornicación.
Nunca fue enfatizado que la abstinencia de estas cosas es lo que les haría cristianos,
ya que solamente la fe
en Cristo y una consagración a él y entregarse a su caminar en sus pasos es lo que podrían constituirlos en lo
que es un cristiano. En cuanto a estas abstenciones recomendadas ellos expresaron "de las cuales cosas si os
guardáis, bien haréis"; encontrarían estas recomendaciones provechosas para ustedes en su caminar con el Señor.
De hecho, el Apóstol Pablo muy enérgicamente señaló que "el cumplimiento de la Ley es el Amor", porque el
amor a Dios controlaría la vida en lo que respecta a la santidad, y el amor hacia el prójimo en lo que respecta
a la justicia terrenal. Las cosas aquí recomendadas fueron necesarias para preservar el compañerismo del "cuerpo"
compuesto de judíos y gentiles de diferentes educaciones y sentimientos. Sin discutir si o no, pudiesen perjudicarse,
por las carnes vendidas en los mercados, debido a las ceremonias paganas con relación a su matanza, el consejo fue
que éstos se abstuviesen de ellas, a causa de los judíos ciertamente considerarían comer tales carnes como una
participación en la idolatría irreligiosa -- aunque desde el amplio punto de vista de los hechos el ídolo, es
nada más que madera o metal o piedra, y esto no podráa ni beneficiar ni perjudicar los alimentos. No obstante,
era aconsejable que los cristianos gentiles se abstuviesen del uso de su libertad en esta dirección, como una
deferencia a los hermanos más débiles, judíos y gentiles, quienes no podían filosofar tan profundamente y
sus conciencias podrían afectarse.
Otros asuntos similares se atan a la prohibición del uso de sangre. Para los judíos estaba
prohibida, y bajo
su pacto ya que fue hecha un símbolo de la vida -- participar de esta, ya que como consecuencia tendría una
responsabilidad por la vida que fue tomada. Es más, en las ceremonias típicas de la Ley de la prohibición de
la sangre esta se usaba como un símbolo que representaba una ofrenda por los pecados; ya que se efectuaba la
expiación de los pecados por medio de la sangre. Para darle un énfasis a estas instrucciones típicas a los judíos
se les había prohibido el uso de la sangre. Y pueden haber otras razones, sanitarias, conectadas con esta materia
que todavía no conocemos. Estas prohibiciones nunca se les hicieron a los gentiles, puesto que ellos nunca han
estado bajo el Pacto de la Ley; pero estaban tan profundamente arraigadas estas ideas judías en estos asuntos que
fueron necesarias para mantener la paz de la iglesia que los gentiles deberían observar también estos asuntos.
Las cosas ahogadas, significaban los animales estrangulados en trampas cuya sangre no se vertía o derramaba
causando un sangrado hasta la muerte, como requiere la Ley judía con todas las carnes que deben comerse. Estas
restricciones fueron necesarias para mantener la armonía entre las dos ramas de la Israel espiritual "esa
la que vino del judaísmo y la que vino de los gentiles".
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