Erudito, maestro, escritor, editor, historiador, evangelista, linguista, Raymond Cottrell es todo esto y mucho más.
Al igual que sus ancestros Albigenses en Francia que se arriesgaron a ser condenados a muerte por sus convicciones religiosas en 1179, él fue un hombre de principios y defensor de la libertad de conciencia. Descendiente de familias adventistas de la generación de 1851, este hombre dedicado a sus creencias, se entregó en cuerpo y alma a escribir y editar artículos para la organización.
Como misionero en China e hijo de misioneros chinos se comprometió con la visión global de la Iglesia Adventista, levantando iglesias y predicando el mensaje adventista. Dominaba idiomas como el Mandarín, Latín clásico, inglés y el español. Más tarde estudió griego, francés, alemán y tuvo un buen dominio del hebreo que le sirvió para sus estudios relacionados al libro de Daniel.
Durante 11 años enseño religión en el Colegio Adventista "Pacific Union College" donde fundó la primera organización profesional adventista de estudiantes de la Biblia. En el 1930 fundó el "College Criterion" en la Universidad Adventista de la Sierra. En el 1952 fundó el Comité de Investigación Bíblica de la Conferencia General de los Adventistas del cual fue miembro hasta su jubilación en el 1977. En el 1952 también fue llamado por F.D. Nichol para que formara parte de los editores del Comentario Bíblico Adventista. Pasando así hacer el principal arquitecto de este Comentario contribuyendo con más de 2 mil páginas en 7 volúmenes repletos de material bíblico, histórico y artículos teológicos. También fue editor y colaborador del Diccionario Bíblico Adventista y la Enciclopedia Adventista.
Durante diez años colaboró como editor asociado de la Revista Adventista, revista oficial de la organización en los EEUU y algunos países de América, y de la "Herald Publishing Association. Realizó abundantes investigaciones sobre asuntos bíblicos, teología, astronomía y ciencia. En sus últimos años fue la fuerza guiadora de la revista "Adventist Today" donde exponía junto a sus colaboradores todos los asuntos relacionados a los "issues"que estaban afectando al adventismo hoy en día. A través de esta revista exponía los problemas de la doctrina del santuario y las deserciones que éste asunto había provocado dentro de la organización. El mismo nos relata cómo fue su encuentro personal con la doctrina del Santuario, veamos sus comentarios:
"La primera vez que encontré problemas con la interpretación tradicional de Daniel 8:14 profesionalmente fue en la primavera de 1955, durante el proceso de redactar comentarios sobre el libro de Daniel para el tomo 4 del Comentario Bíblico Adventista. Como obra destinada a cumplir con los más precisos estándares eruditos, teníamos el propósito de que nuestro comentario reflejara el significado que obviamente se habían propuesto los escritores bíblicos. Como comentario adventista, también debía reflejar, con tanta precisión como fuese posible, lo que los adventistas creen y enseñan. Pero en Daniel 8 y 9, encontramos absolutamente imposible cumplir con estos dos requisitos.
Volviendo al libro de Daniel, decidí intentar una vez más encontrar un modo de ser absolutamente fiel tanto a Daniel como a la interpretación tradicional adventista de 8:14, pero nuevamente encontré que era imposible. Luego formulé seis preguntas en relación con el texto hebreo del pasaje y su contexto, las cuales presenté a cada uno de los maestros de escuela superior versados en hebreo, y a cada director de departamento de religión en todas nuestras escuelas superiores de Norteamérica -- todos ellos amigos personales míos. Sin excepción, contestaron que no existe ninguna base ni lingüística ni contextual para la interpretación tradicional adventista de Daniel 8:14.
Las consideraciones que anteceden demuestran de manera concluyente que nuestra interpretación tradicional de Daniel 8:14, el santuario, y el juicio investigador, como lo establece el Artículo 23 de las Creencias Fundamentales, no refleja con exactitud la enseñanza de la Biblia con respecto al ministerio de Cristo a nuestro favor desde su regreso al cielo. En consecuencia, es apropiado (1) observar que, por esa razón, el Artículo 23 es defectuoso, (2) revisar el artículo para que refleje con exactitud la enseñanza bíblica sobre este aspecto del ministerio de Jesús, y (3) sugerir un proceso diseñado para proteger a la iglesia de ésta y similares experiencias traumáticas en el futuro.
Como resaltan de sus propios comentarios el Dr. Cottrell no tenía ninguna intención de hacer daño a la Iglesia Adventista con sus descubrimientos sobre los problemas exegéticos de la doctrina del santuario. El siempre buscó la mejor forma de llegar a un acuerdo entre la cúpula de la organización y los teólogos adventistas y resolver el dilema de los 2,300 días.
Sus investigaciones han tenido un fuerte impacto en la historia y pensamiento del adventismo. Muchos entienden que el Dr. Cottrell a través de sus escritos ha formado el pensamiento de muchos eruditos dentro de la organización desde sus años en la Conferencia General hasta mucho luego de su jubilación.
El Dr. Cottrell fue el que llevó a la organización a repensarse la doctrina del Juicio Investigador y a revisar las formulas matemáticas que daban con el 1844. Como era de esperarse la organización jamás ha considerado los puntos de vista de este hombre íntegro que aún siendo pisoteado por la cúpula y con toda una maquinaria opresiva sobre sí no abandonó el divulgar sus descubrimientos teológicos.
Sus libros han guiado a muchos a una mejor comprensión de la fecha de 1844 y a ver cuán débiles eran los cimientos sobre los cuales estaba anclada la doctrina del santuario.
Sus últimos descubrimientos sobre estos temas fueron presentados por primera vez al segundo simposio del Jesus Institute Forum del 2 al 4 de noviembre de 2001, y en público nuevamente el 9 de febrero de 2002, en la reunión de la Asociación de Foros Adventistas en San Diego, CA.) Su conferencia tuvo como título LA DOCTRINA DEL SANTUARIO ¿ACTIVO O PASIVO? Para ese tiempo su salud estaba bien afectada, no pudo asistir al simposio y envió un representante que dio lectura a su trabajo investigativo.
A continuación parte de los comentarios del Dr. Dr. Cottrell en este simposio:
"En los años que siguieron inmediatamente a octubre 22 de 1844, la doctrina tradicional del santuario fue un importante activo para estabilizar la fe de los desengañados adventistas. En la actualidad, es un pasivo igualmente importante y un obstáculo para la fe, la confianza, y la salvación de los bíblicamente instruidos, adventistas y no adventistas por igual. Fue verdad presente después del gran chasco de octubre 22 de 1844. No es verdad presente en el año de nuestro Señor 2002. ¡¡Quod erat demonstrandum! ¡¡Lo cual debía ser probado! "
"Durante aproximadamente cuarenta años, la doctrina del santuario no hizo enarcar ningunas cejas conocidas ni despertó protestas. Pero, en promedio, cada quince o veinte años desde 1887, un administrador de la Iglesia o instructor bíblico experimentado, respetado, y digno de confianza ha llamado la atención de otros dirigentes de iglesia sobre ciertos defectos en la tradicional interpretación de Daniel 8:14, devolvió sus credenciales ministeriales, y, o fue desfraternizado o voluntariamente abandonó la iglesia. ¡¡Con una o dos posibles excepciones, ninguno de ellos habló ni enseñó acerca de sus dudas en relación con la autenticidad bíblica de la doctrina del santuario, pero fue despedido por tener tales pensamientos y compartirlos con otros dirigentes de la iglesia! Además, ninguno de ellos era novato, sino un experimentado administrador de iglesia o instructor bíblico."
El siguiente comentario que sigue a continuación ha jamaqueado hasta hoy la organización y provocó un distanciamiento entre la cúpula y el Dr. Cottrell:
"El contexto de Daniel 8:14 atribuye la profanación del santuario al cuerno pequeño. La interpretación adventista la atribuye a la transferencia de los pecados confesados al santuario celestial por el ministerio sacerdotal de Cristo. Entonces, pretender, delante de nosotros mismos, que la interpretación adventista lee a Daniel 8:14 en contexto sería identificar al cuerno pequeño como Cristo. En otras palabras, no podemos tener a la vez el contexto y la interpretación adventista por lo que concierne a la Biblia misma. (Cottrell, como aparece citado en Daniel 8:14 por Desmond Ford, pp. A-115-116)."
Rodeado de líderes conservadores y defensores de las doctrinas tradicionales del adventismo, el Dr. Cottrell tuvo el coraje y valor de dar su opinión y puntos de vista que no eran compatibles con la verdad presente de su época. Su aporte a desenredar la doctrina del santuario y su honestidad en admitir los errores que se desprenden de la interpretación tradicional adventista son hoy rasgos que imitan otro tanto de líderes que al igual que él, están cuestionando muchas doctrinas de la organización y planteando, muchas veces a escondidas, sus dudas e interrogantes.
Muchos adventistas desconocen que muchos de los pensamientos teológicos que pueden pasar por su mente muy probable hayan venido de los escritos del Dr. Cottrell. Lamentablemente fueron publicados en nombre de la organización adventista y como propiedad intelectual de ella. La seriedad con la que escribió y el compromiso que tenía con la verdad no le permitieron seguirle el paso a la organización como ha quedado demostrado en sus últimos aportes desenredando las doctrinas pilares del adventismo.
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