Sábado 15 de Enero de 2000 | Managua, Nicaragua

Diputado Lombardo Martínez exige legislación preventiva
Drama de transfusión repercute en Asamblea
* Creencias han provocado la muerte de muchas personas, afirma

-EDGARD BARBERENA S.-
Managua

La negativa del señor Carlos Borge Castellón, que por sus creencias evangélicas (Testigo de Jehová) no quería que a su hija Hazel Carina Borge le hicieran en el Vélez Paiz una transfusión de sangre para salvarle una pierna y la propia vida, repercutió ayer en la Asamblea Nacional al abrirse las sesiones ordinarias de ese poder de Estado.

El caso de la niña, cuya vida corrió peligro después de sufrir un accidente de tránsito al volcarse un bus en la entrada de San Francisco Libre, fue llevado ante el plenario de la Asamblea Nacional por el ex ministro de Salud y diputado liberal, el médico Lombardo Martínez.

El legislador dijo que el poco acceso de la población a la información científica los hace fácil presa de caer en una visión del mundo no sólo fantasiosa, sino dañina para su propia sobrevivencia.

La posibilidad de enfermar y morir -siguió diciendo el doctor Martínez- está íntimamente relacionada con la cultura de una determinada comunidad, es decir, está en relación con las creencias y valores que gobiernan su conducta.

Lombardo dijo que el Estado «debe intervenir en estos casos para ejercer su mandato de ser garante de la vida en toda eventualidad y circunstancias».

Asimismo el parlamentario exhortó al Procurador de los Derechos del Niño, Carlos Emilio López, a mostrar en este momento la legitimidad de su existencia, lo mismo que los Ministerios de la Familia y de Salud, la comisión de la Mujer y la de Salud de la AN. Al momento de hablar, el diputado ignoraba que el altas horas de la noche, los galenos del Vélez Paiz ya habían efectuado la transacción salvadora.

HISTORIA

Recordó Lombardo que en algunos países del Asia se encuentran en la cárcel centenares de personas que han tenido que ver con la muerte de la gente cuando les han transmitido creencias que les impiden asistir a los programas preventivos en los servicios de salud, evitando así que se diagnostiquen en forma temprana los diversos cánceres.

Aseguró que la transfusión de sangre es un instrumento valioso para salvar vidas, al tiempo que preguntó ¿Quién va a responder por la vida de esta niña cuando la Constitución Política afirma claramente que el Estado tutela la vida en toda eventualidad y circunstancia, aún en la eventualidad en que los médicos rehúsen realizar la transfusión?.

«Deben tomarse medidas, es hora de que comencemos a gobernar en este país», aseguró el parlamentario liberal, al tiempo que exhortó al pleno del Legislativo a acelerar la ley de la seguridad transfucional y se agregue un articulado referente al problema donde el médico vaya exonerado de cualquier responsabilidad civil o penal en caso que tenga que tomar una decisión trascendental para salvar la vida de un paciente.



Miércoles 16 de Febrero de 2000 | Managua, Nicaragua

Adolescente necesita sangre, pero es «testigo»
Otra disputa por una transfusión
* Médicos del Militar actuarán con apego a la Ciencia y al Derecho a la vida
* Sectarios a la expectativa, suministran medicamentos sustitutos


-LUIS GALEANO-

Foto
  El subdirector del hospital Militar, doctor Pedro Tijerino Pereira, dijo que ese centro asistencial respetará «en la medida de lo posible» la decisión de los padres del joven Evertz Rodríguez, que debido a una fuerte varicela que bajó su grado de hemoglobina necesitaría una transfusión de sangre, que podría despertar una nueva polémica religión versus derecho a la vida, pues sus padres son Testigos de Jehová. (Foto: Oscar Cantarero)  

La controversia entre las creencias religiosas versus derecho a la vida podrían volver al tapete de la opinión pública. Esta vez no por Hazel Borge, la niña que recibió sangre en el hospital Vélez Paiz, pese a la negativa de sus padres que por ser Testigos de Jehová se opusieron a que a su hija le aplicaran sangre por considerarlo un «pecado».

A más de un mes de su accidente y la polémica transfusión, Hazel se recupera satisfactoriamente. Pero un caso similar al suyo podría ocurrir en la Sala de Cuidados Intensivos del hospital Alejandro Dávila Bolaños (Militar) con el adolescente Evertz Rodríguez Araica, de 17 años, quien ingresó el 2 de febrero a ese centro asistencial, con un fuerte brote de varicela.

Este joven y su familia también son miembros de la secta Testigos de Jehová. Evertz ingresó al Militar con fiebres fuertes, ronchas, la piel enrojecida y los típicos síntomas de una persona enferma de varicela. Su cuadro según los médicos era «aparatoso».

Según el subdirector del hospital Militar, Pedro Tijerino Pereira, el caso de este muchacho se agravó debido a que a esa edad las personas que se enferman de varicela, están expuestas a ser atacadas por otras enfermedades llamadas «oportunistas» como gripe, tuberculosis y malaria, entre otras.

A Evertz lo atacó una fuerte gripe que, por el estado delicado que presentaba, evolucionó en una neumonía. Debido a esta enfermedad su sistema inmunológico se le debilitó a tal punto que su sangre perdió consistencia y sus plaquetas bajaron de manera preocupante.

Hasta el momento los médicos aseguran que Evertz no necesita transfusión de sangre. No obstante señalan que no sería remoto que en algún momento vaya a necesitarla, situación por la que ya alertaron a los padres del muchacho.

«A esta hora el muchacho se encuentra estable. Pero no se puede descartar la posibilidad de suministrarle sangre, pues en casos como éste uno no puede predecir nada. Sin embargo, previendo la situación nosotros ya pusimos al tanto a los padres del joven», dijo Tijerino. TESTIGOS A LA EXPECTATIVA

El galeno asegura que los padres de Evertz y los dirigentes de la secta han estado pendientes de cada movimiento de los médicos, para evitar que le apliquen sangre al muchacho y se repita la historia de Hazel.

De igual forma Tijerino explica que los padres del joven ya sentaron su posición frente a cualquier posibilidad de transfusión de sangre: «no queremos que reciba una gota de sangre»; dice Tijerino que le expusieron los padres del muchacho «y nosotros en la medida de lo posible lo vamos a respetar».

Tijerino agrega que los religiosos han dotado de un arsenal de medicamentos como Heritoproyetina, que según ellos funcionan como sustituto de la sangre, «para evitar cualquier indicio de transfusión».

Pero Tijerino explica que ninguno de esos fármacos es un sustituyente real de la sangre, pues la función y efecto que tienen es de estimular el vital líquido. «A raíz del problema de Hazel ellos (Testigos) han traído muchos estimulantes», indicó.

En cambio los padres de Evertz Rodríguez se mostraron agresivos al ser consultados por EL NUEVO DIARIO acerca del estado de salud de su hijo y de la posición que tendrían frente a una posible transfusión de sangre.

«Ustedes son amarillistas y lo que andan buscando siempre es vender una noticia y hasta le aumentan un montón de cosas que nunca pasan», dijo un tanto airado el padre de Evertz, quien se negó a darnos su nombre y su versión del asunto.

DE DARSE EL CASO GREMIO ESTUDIARIA TRANSFUSION

Tijerino dice que el hospital va a respetar la posición de los padres «en la medida de lo posible». Y añadió que de presentarse la urgencia de una transfusión de sangre el caso se sometería a una consulta con el gremio de médicos del Militar.

«Tendríamos que someterlo a la opinión pública del hospital, sólo así encontraríamos una respuesta científica y práctica en este delicado caso», finalizó Tijerino.


Viernes 3 de Marzo de 2000 | Managua, Nicaragua

Urge ley que salvaguarde a la niñez

-Ofelia Morales Gutiérrez-

Es deplorable que existan en nuestro país sectas religiosas que por sus creencias equivocadas atentan contra la vida humana.

La secta Testigo de Jehová, interpretando pasajes bíblicos a su manera se oponen al avance de la ciencia curativa y por tanto en una amenaza para nuestra niñez.

Debemos recordar que la niña Haszel Borge Suárez de 11 años de edad pudo ser una víctima de estas malas interpretaciones, pues sus padres adeptos a los Testigos de Jehová se mostraron intransigentes, oponiéndose a que le verificaran una transfusión de sangre para salvarle la vida, después de un terrible accidente. Y fue gracias a las gestiones de organismos estatales, el Procurador de Derechos Humanos, Procurador de La Niñez, El Ministerio de la Familia y Ministerio de la Salud, quienes, respaldando al cuerpo médico, hicieron posible la debida transfusión de sangre.

A pesar de los cuidados del Hospital Fernando Vélez Páiz, los padres se mostraron siempre agresivos, con amenaza de un juicio para los médicos y trataron de trasladarla a otro hospital donde, según dijeron, emplearían otro sistema. Los médicos aseguran que nada es sustituible a la sangre, pues los demás son estimulantes.

El Hospital Fernando Vélez Páiz se mostró firme en sus decisiones, no dándole traslado a la niña porque su condición, aunque estable en cuidados intensivos, no lo permitía.

Nuevamente pareció repetirse el caso con el adolescente Evertz Rodríguez A., en el Hospital Alejandro Dávila Bolaños, quien aniquilado por una enfermedad quizá requiriera una transfusión de sangre y a lo cual sus padres, también Testigos de Jehová, se oponían.

En ambos casos los padres de familia se quejaron de la divulgación que hacían los periodistas, pero ellos así están contribuyendo a la protección de la niñez.

Estos casos pueden verse a diario, ya que esta doctrina está muy difundida y todos los miembros guardan en su cartera la prohibición, asegurando que el MINSA en tiempos pasados se los aprobó.

Nuestra niñez perece por la sumisión de sus padres. Aunque hay proclama de Derechos Humanos que da al paciente el derecho de escoger el sistema que desea en su curación, esto no cabe con la niñez, porque no tiene la madurez del adulto y padres no tienen el derecho de someterlos porque no son dueños, sino guardadores.

Ante la existente realidad de una secta que amparada en la libertad de cultos que rige Nicaragua con su procedimiento viola el derecho a la vida, urge una ley que regule estos procedimientos en beneficio de la niñez y de cualquier persona que haya caído en la inconsciencia y no pueda responder por sí solo.

Aunque tengamos en nuestra Constitución una Ley que prescribe el derecho a la vida y el respeto que éste merece, se necesita una ley específica que ofrezca seguridad a los hospitales y a los médicos que tienen que resistir.

No es conveniente tratar a cada caso en particular, sino englobar dentro de nuestras leyes, conforme lo dispongan los juristas, lo relativo a la prohibición en este mandamiento que tratan de imponer a la niñez lo de la secta Testigos de Jehová.

Hay que prevenir los males. Ya ha habido muertos en esta práctica. Salvaguardar a la niñez es deber del Estado.


Martes 7 de Marzo de 2000 | Managua, Nicaragua

Aclaran Testigos de Jehová acusaciones falsas

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Ha sido con detenimiento que hemos leído la opinión de Ofelia Morales Gutiérrez con el tema «Urge ley que salvaguarde a la niñez». Es obvio que sus opiniones están cargadas con cierto prejuicio religioso personal y de seguro también colmadas de mal información sobre el tema científico en cuanto a tratamientos médicos modernos. Además, la opinión falsa de la supuesta peligrosidad de esta asociación religiosa, tan solo ocasionan en la opinión pública confusión e inquietud. Por lo tanto, citando la aseveración de la señora Morales que «interpretando pasajes bíblicos a su manera» los Testigos «se oponen al avance de la ciencia curativa y por tanto son una amenaza», hacemos las siguientes aclaraciones.

Si bien es cierto que como grupo religioso comprendemos que la Biblia prohíbe el uso indebido de la sangre, conocimiento que se desprende especialmente del Nuevo Testamento, la decisión de aceptar o no una transfusión de sangre queda en el individuo basándose en su conciencia y en el derecho que tiene el paciente a elegir el tratamiento médico. Lo cierto es que muchos tratamientos terapéuticos, como la transfusión sanguínea, pueden ser sustituidos con otros igualmente eficaces para el padecimiento específico. Por ejemplo, muchos nicaragüenses tienen el derecho a elegir entre la radioterapia o la quimioterapia en vez de una cirugía recomendada por su médico para extirpar un cáncer, y nadie se escandaliza por ello. Por otro lado, es bien sabido que la postura de los Testigos de Jehová al respecto ha motivado a la comunidad científica médica a incursionar en el campo de las alternativas médicas no sanguíneas. Estas son una realidad en hospitales del sector salud y del sector privado en nuestro país. Cabe mencionar que actualmente hay más de 90 mil médicos en todo el mundo que atienden a Testigos de Jehová con alternativas médicas a la transfusión sanguínea. Hay tanto éxito que se han implementado programas de medicina y cirugía sin sangre en más de 190 Hospitales del mundo.

Por otro lado, la afirmación de la señora Morales que algunos «médicos» y no «los médicos aseguran que nada es sustituible» a la transfusión de sangre, manca de conocimiento actual. Nuestra postura es saludable puesto que la transfusión sanguínea es un tratamiento de riesgo por los peligros que conlleva la sangre, razón por la cual muchas personas también la objeta sin ser Testigos de Jehová, incluidos algunos médicos. La revista «OR Manager» informó en 1993: «(Los Testigos de Jehová) son las personas más conocedoras sobre alternativas de la sangre y productos sanguíneos, y a menudo nos suministran la información antes de que siquiera oigamos acerca de ella». Janine Rodiles escribió para «El Universal» en un artículo publicado el 31 de octubre de 1999, «Ahora parece que lejos de cuestionarlos [a los Testigos de Jehová] hay una corriente científica muy proclive a apoyar tratamientos alternativos sin el uso de la sangre. Los TJ han sido importantes colaboradores y promotores de esa investigación científica».

La opinión velada que la sangre es la panacea de los tratamientos hodiernos carece de objetividad. Si realmente queremos hablar de los riesgos de la sangre es bueno saber lo siguiente: en Canadá ahora hay 60 mil enfermos de hemofilia con hepatitis B que contrajeron de transfusiones sanguíneas. Esto los ha dejado tan débiles que algunos ya no pueden trabajar ni ir a la escuela, y es probable que una inmensa mayoría de ellos sufra una muerte prematura. Otros miles han contraído el SIDA. Todo esto demuestra que la sangre no siempre salva vidas.

Además, es absurda la opinión de la señora Ofelia Morales Gutiérrez, que los Testigos son una ‘secta religiosa que por sus creencias... atentan contra la vida humana’. Los Testigos de Jehová son una religión con amplia presencia en Nicaragua y forman parte de la historia del país desde hace 55 años, tiempo durante el cual nunca hemos representado una amenaza al orden público. Hoy la mayor parte de los nicaragüenses conocen personalmente a algún Testigo de Jehová y basándose en su sentido común puede llegar a la conclusión de que no somos una «secta» destructiva de la cual la niñez debe ser salvaguardada. Antes bien, se reconoce a los Testigos de Jehová como ciudadanos honestos, trabajadores productivos, sociables, y personas responsables. Los padres Testigos de Jehová aman profundamente a sus hijos y los cuidan de manera ejemplar por reconocer que son una herencia de Dios. Esa responsabilidad es la que los mueve a buscar los mejores tratamientos médicos existentes, tal como fue el caso de los padres de Hazel.

Es digna de mención una reciente disposición del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos. En ella se declara que los Testigos deben disfrutar de libertad de pensamiento, de conciencia y de religión, y que tienen el derecho de hablar su fe y enseñarla a otras personas. Difícilmente se hubiera expresado así la Comisión de Europa si se conociera a los Testigos de Jehová por el empleo de técnicas engañosas y poco éticas para captar adeptos, o si utilizaran medios para manipular la mente de sus seguidores. Otro reciente acontecimiento ha sido la decisión de la Corte Suprema de Japón del día 29 de febrero del 2000, que falló a favor de los derechos al paciente en rechazar una transfusión de sangre. Debido a que se forzó una transfusión de sangre contra la voluntad de un Testigo de Jehová, la Corte Suprema japonesa ordenó el pago por daños y perjuicios al paciente por la cantidad de 550,000 yenes (unos 5,000 U.S.$).

Tristemente estos hechos son ignorados por muchos que, por su intolerancia o ignorancia de la materia en cuestión, utilizan la página escrita para tan solo escribir algo que carece de fundamento. Por lo que, aclarando a la señora Ofelia Morales Gutiérrez, es esa intolerancia que amenaza la integridad del derecho humano, de la cual uno «urge ser salvaguardado».