SÁBADO, 29 DE DICIEMBRE DE 2001
Dos años de cárcel por un accidente en el que fallecieron dos personas
Un ciudadano marroquí, residente en Hernani, deberá abonar también una indemnización de 22 millones
EL CORREO EIBAR.
Un ciudadano marroquí, residente en Hernani, ha sido condenado por un Juzgado de San Sebastián a más de dos años de prisión y al pago de más de 22 millones de pesetas por haber provocado un accidente de tráfico en el que murieron dos personas, madre e hija.
La sentencia condena a Abdelaziz Krikez, de 32 años, a dos años de prisión por un delito de homicidio por imprudencia grave por la muerte de una mujer de 40 años pero, en el caso de su madre, también fallecida tras este accidente, sólo le imputa un delito de lesiones ya que rechazó una transfusión de sangre, decisión que, a juicio de los forenses, fue determinante para su fallecimiento.
Por las lesiones causadas a la madre le impone una pena de 20 arrestos de fin de semana, y por las heridas que provocó al marido de ésta, le condena a otros 15 fines de semana de arresto, además de prohibirle conducir durante 3 años.
Infracciones
La sentencia considera probado que el accidente se produjo el 16 de abril de 1999, cuando Abdelaziz Krikez conducía un vehículo «bajo la influencia de bebidas alcohólicas y a una velocidad muy superior a la exigida para vías urbanas -más de 90 kilómetros por hora» y, al llegar a la intersección de la avenida José Elósegui de San Sebastián con la de Pasajes de San Pedro, se saltó el semáforo en rojo y colisionó lateralmente con un ‘Opel Corsa’.
Ese coche era conducido por Mariano A.F. y en él viajaban su mujer, Francisca M.C., de 66 años, y su hija Pilar A.M., de 40 años, y todos ellos resultaron heridos, las dos mujeres de extrema gravedad.
Tras su ingreso en el hospital, los médicos consideraron que Francisca M.C. precisaba una transfusión de sangre, pero ella se negó al ser testigo de Jehová, por lo que murió al cabo de nueve días, mientras que su hija falleció seis días después. El conductor del coche, Mariano A.F. estuvo 9 días hospitalizado y le quedan como secuelas cervicalgia y dolor en el costado, en el hombro y cadera derechos y depresión postraumática por la que necesita tratamiento psiquiátrico.
El fiscal como la acusación particular pedían una condena de dos años de prisión por cada uno de los delitos de homicidio.