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Ha circulado en la red desde hace ya bastante tiempo, hospedado en general por sitios de apologética cristiana de particular oposición a la Iglesia Católica, un supuesto discurso que habría pronunciado en las sesiones del Concilio Vaticano I el obispo croata Josip Juraj Strossmayer. Al leer este discurso por primera vez me sorprendió que un obispo dijera semejantes cosas en un concilio universal: en efecto, el discurso está plagado de errores, disparates históricos, verdades a medias, omisiones garrafales, cosas todas que no se esperan de alguien que haya estudiado un poco de teología, historia o patrología. Al momento no me interesé más del asunto: finalmente, las herejías han aparecido hace ya dos mil años; todos podemos volvernos locos, o convencernos que dos más dos son cinco: esa es la condición humana. Este Strossmayer habría caído en el error, y basta. ¿Acaso en un concilio todos tienen que estar de acuerdo? Sin duda que en la historia de los concilios (comenzando por el de Jerusalén - Hechos 15) más de uno opinó en contra de lo que luego se definiría: de eso se trata, de hablar sobre temas debatidos, no sobre lo que nadie duda (así comenzaron TODOS los concilios, incluso Hechos 15). Pasando algunos años, distintos factores hicieron que volviera a mis manos el "famoso discurso". Esta vez ya no lo pude creer: "ese discurso es una sarta de estupideces, ningún obispo por muy hereje que sea hubiese escrito y pronunciado algo así, los herejes son más cuerdos que ese Strossmayer", pensé. Me vino la duda: "¿y si ese discurso es un invento...?" A engrosar las dudas ayudó el aporte un querido amigo de España, L.F.P, ex cristiano evangélico. Este amigo me aseguró que, en realidad, ese discurso nunca existió. De modo que, aprovechando me encuentro cerca de las bibliotecas más grandes del cristianismo, decidí dedicar algún tiempo a la búsqueda del "famoso" discurso de Strossmayer, y de cualquier material que sirviera para esclarecer la verdad histórica. A priori, porque uno confía en la buena voluntad e intenciones de la gente (máxime cristiana), aceptaba yo "el hecho" de tal discurso según lo publican los dichos sitios. Lo que encontré fue una gratísima sorpresa: no sólo el Obispo Strossmayer no fue ningún violento hereje, sino que se trata de un gran hombre de Iglesia, un luchador incansable por la unidad de los cristianos, un gigante de la cultura eslava, un genio político, un padre para su pueblo y un precursor del Concilio Vaticano II. De modo que aprovecho este espacio para aportar un grano de arena en el deber de limpiar un poco su nombre. Que desde la gloria se acuerde de nosotros con poderosa intercesión. PRIMERA CONCLUSIÓN: El dicho discurso no existe, es un fraude perpetrado por José Agustín de Escudero. En las actas del Concilio (ver abajo, hay varias versiones) están todos los discursos que el obispo croata pronunció durante todas las asambleas conciliares (están todos los discursos que pronunciaron TODOS los obispos). Mons. Strossmayer pronunció CINCO discursos, y estos en los días 30/12/69, 7/2/70, 24/2/70, 22/3/70 y 2/6/70; de estos discursos ninguno coincide NI REMOTAMENTE con el supuesto "famoso discurso". Es decir, ese discurso no fue dicho en el Concilio Vaticano I por Strossmayer.La única "fuente" que se suele dar para justificar la autenticidad de discurso (ver dichos sitios) sería un artículo de la "The Catholic Encyclopedia" sobre Strossmayer (se puede ver este artículo en http://www.newadvent.org/cathen/14316a.htm). Digamos sobre esto dos cosas: a) "The Catholic Encyclopedia" no es una fuente, sino un artículo, que se supone sintetiza un trabajo que alguien hizo sobre las "fuentes". "Fuente" es donde uno puede ir a leer el supuesto discurso de primera mano o en obras que reportan los documentos originales. b) En realidad este artículo de la enciclopedia no dice que el Obispo Strossmayer haya pronunciado ese "famoso" discurso, sino que "un discurso que pronunció defendiendo al protestantismo causó sensación" (véase en la síntesis de los discursos, el discurso del 22 de Marzo 1870 para ver en qué modo "defendió al protestantismo"; también ver en la bibliografía lo que trae R. Aubert sobre ese mismo discurso y el del 2 de Junio) y que luego "se le atribuyó otro", que sería (tal vez, porque no se menciona la fecha) el "famoso", sin notar lo que la misma enciclopedia advierte, a saber, que "se le atribuye" ese discurso, pero que "se piensa que el falsificador fue el ex (monje) agustino, mexicano, de nombre Dr. José Agustín de Escudero". c) La misma enciclopedia, en el artículo sobre el Concilio Vaticano I, dice:
Hemos efectivamente consultado la fundamental obra de los historiadores Granderath-Kirch, y en esa misma página encontramos la siguiente nota, que traducimos entera por su importancia sobre este "monje agustino apóstata", verdadero autor de este calumnioso escrito. Dice Granderath:
Esta nota está tomada de la edición francesa de la monumental historia del Concilio (ver en la bibliografía más abajo) p. 189, nota. Puede ver aquí las fotografías con la nota en cuestión. Para tener una idea de la superficialidad con que se tratan estos temas en algunos de estos sitios donde aparece el discurso, en algunos de ellos se lee:
Estos son textos traducidos de sitios en inglés, donde TODOS dicen lo mismo. Volveremos sobre este párrafo al final. Se dice, al presentar el "discurso":
Como nos consideramos entre los dichos "apologistas" que negamos la autenticidad del discurso no hemos puesto en campaña para verificar la veracidad del mismo, y nuestra respuesta es clara y definitiva: el discurso no existe. Si hay alguien que tiene que probar algo, en realidad, es el que dice que ese "algo" existe. Las pruebas que aportamos aquí y en la bibliografía (y en el trabajo de Ivan Tomas) son determinantes: ese discurso es FALSO. Ahora bien, que Strossmayer haya hablado contra la oportunidad de la declaración del dogma, no cabe ninguna duda estudiando los discursos. Pero esto no asusta a ningún católico: Que en un concilio haya opiniones de la minoría que sean distintas de la opinión de la mayoría y de la eventual declaración de un dogma, eso no conlleva ninguna dificultad de ningún tipo. En ese sentido no fue sólo Strossmayer a hablar contra la oportunidad de definir el dogma (más que contra el dogma mismo, y por motivos sobretodo ecuménicos, como aparece en el artículo de Ivan Tomas). De lo que aquí se trata no es de la infalibilidad, sino si Strossmayer pronunció ese discurso, o si el supuesto discurso es una gran mentira. Puede ver aquí la introducción del discurso del 22 de Marzo (el más borrascoso) y la introducción al discurso del 2 de Junio, en la colección de Mansi (foto nuestra). SEGUNDA CONCLUSIÓN: Strossmayer nació, vivió y murió como un ferviente católico. Esta es la parte más gratificante de nuestra pequeña investigación: encontrar un hombre del talante de Strossmayer, católico, hombre de acción, apasionado por la unidad de los cristianos. Antes y DESPUÉS del Concilio recibió los honores del papa Pio IX (promotor y ejecutor del Concilio) y Leon XIII, quién lo defendió a capa y espada contra el emperador austriaco de turno (1888); en 1893, por ejemplo, el Vaticano publicó el primer misal en lengua glagolítica (el idioma inventado por los santos Cirilo y Metodio, de donde proviene la escritura de todas las lenguas eslavas) a instancias de Strossmayer. Y como estos, muchísimos otros datos sobre la catolicidad y celo apostólico de Strossmayer, que no viene al caso exponer aquí. TERCERA CONCLUSIÓN: Strossmayer pronunció CINCO discursos, NINGUNO atacando la infalibilidad del papa. Lo que él pretendía, básicamente, era lo siguiente: no dejar el oficio del obispo en la sombra, hacer que la infalibilidad de la iglesia recaiga también en todos los obispos, junto al papa, y sobretodo no declarar un dogma que, según él, alejaría a los Ortodoxos del camino de la unidad (y a los protestantes, por supuesto), camino que él había preparado con años de contactos con la iglesia Ortodoxa en Croacia y Rusia, especialmente. Esos eran los problemas de Strossmayer, esa era su opinión ante la eventualidad de la declaración del dogma. Si alguno lo duda, que nos diga en qué discurso dice lo que dicen que dijo (ese discurso "famoso", como vimos, es fantasma), y vamos a consultarlo y le mandamos el texto latino del discurso con su respectiva traducción. CUARTA CONCLUSIÓN: Strossmayer aceptó las declaraciones del Concilio. Que le haya costado enormemente aceptarlo, o que durante el Concilio haya hecho todo lo posible para que no se diera la declaración del dogma, o que después del Concilio, privadamente y a sus amigos, manifestaba su rechazo no quita que, como pastor católico que era, haya aceptado lo que la Iglesia había decidido. De hecho Strossmayer no se unió con los "viejos católicos", que es el cisma de proporciones muy menores surgido después del Concilio por no aceptar la infalibilidad papal, con lo bien que le hubiera ido allí, pues tenía entre ellos mucha autoridad. Strossmayer hizo publicar en su diócesis los decretos del Concilio (hay dudas hoy en día sobre el entusiasmo que puso en este hecho -cosa más que entendible- pero eso no cambia que, bajo su gobierno, se publicó en su diócesis todo lo emanado del Concilio; al respecto, ver el trabajo de I. Sivric que citamos en la bibliografía), y murió aceptando sin ningún "pero" las doctrinas conciliares. Las dificultades pueden existir - y de hecho existen - en la comprensión y aceptación de un dogma, como entre nosotros nadie está obligado a estar convencido de la Trinidad, basta que crea que es así porque Dios lo ha revelado, le cueste o no le cueste en cuanto "ser pensante". Eso fue lo que hizo Strossmayer. Más detalles en la bibliografía. QUINTA CONCLUSIÓN: La mayor parte de sus puntos de vista, anticipados para ese entonces, serían tomados en consideración en el Concilio Vaticano II (1962-1965). Este fue un hombre visionario. Algunos puntos no podrían sostenerse hoy, por tratarse de un dogma definido (¡no estaba definido mientras discutían!), pero recordemos que se trata de un padre conciliar, que expone en el aula lo que él piensa sobre temas que no todos aceptan. Luego, como ya sabemos, aceptó toda la doctrina, conservándose en total comunión con la Sede de Pedro. Además, uno de los puntos en que más insistía es en el lenguaje que se debería usar con respecto a los no-católicos, cosa que para entonces era una visión de futuro, más tarde plenamente aceptada en la Iglesia. SEXTA CONCLUSIÓN: Era un fanático admirador del Concilio de Trento y en más de una oportunidad lo puso como ejemplo de lo que debía ser el Concilio actual, que ponía demasiadas restricciones a los obispos. SÉPTIMA CONCLUSIÓN: Después del Concilio trabajó incansablemente por la unión de los ortodoxos y protestantes con la Iglesia Católica. * * * En realidad, el único punto que vale para lo que estamos hablando es la primera conclusión, a saber, el "famoso discurso" es fraudulento. ¿No estamos presenciando con nuestros propios ojos cómo surgen las leyendas negras? ¿Cuántos creen hoy que ese discurso fue dicho por Strossmayer, gracias a la "difusión" que le han dado los sitios "cristianos"? ¿Cuántos están dispuestos a cambiar de idea, basados en los documentos aquí presentados? Pues bien, el que quiera saber la verdad, la puede saber.
La bibliografía consultada
1. Fuentes para las intervenciones en el Concilio - COLLECTIO LACENSIS: Acta et decreta sacrorum conciliorum recentiorum, VII, (Acta et decreta S. Oecumenici Concilii Vaticani), Friburgo 1890. Una segunda edición, 1892, agrega más detalles y documentos (Acta et decreta S. Conc. Vaticani cum permultis aliis documentis ad concilium eiusque historiam spectantibus, también en Friburgo; en esta edición los documentos que nos interesan están en los Volumens 49 a 53). - I.D.M. MANSI: Sacrorum conciliorum nova et amplissima collectio, Volumens 50, 51 y 52, a cura de I.B. Martin y L. Petit, Paris 1911-1927. Esta es la colección más autoritativa. Aquí están todos los discursos que fueron dichos en el aula conciliar (en latín el 99,9%); los discursos fueron registrados estenográficamente por varias personas y luego publicados y archivados en los edificios vaticanos, de donde estos historiadores escriben sus obras (colecciones, historias, ediciones críticas, etc.). Esta es la fuente principal, aquí está lo que se dijo (¡O NO!) en el aula conciliar. No son los discursos que los padres conciliares escribieron, sino los que ellos de hecho pronunciaron, con señalación de hora, circunstancias, personajes, intervenciones de los oyentes, todo. Notemos que, paralelamente a las actas encontradas en estas obras (y en otras), existen DIARIOS de algunos de los Padres Conciliares, que escribían durante las sesiones. Estos diarios coinciden con las actas al cien por cien en el tema que nos ocupa (los discursos de Strossmayer). Hemos citado un diario más abajo, en la bibliografía, pero hay varios más.
2. Historias de la Iglesia consultadas - Histoire du Concile du Vatican, depuis sa premiére annonce jusqu'a sa prorogation (una traducción del original en alemán), de P. Th. Granderath, SJ, editada por P. C. Kirch, SJ (1907-1913), cinco volúmenes exclusivamente sobre el Concilio. Es la mejor obra sobre el tema. Ver la nota que trascribimos más arriba sobre la veracidad del discurso. - Historia de la Iglesia, de Flichte-Martin, Volumen XXIV, pp. 347-389 y 460. Toda la obra son treinta Volumens. Ninguna mención del supuesto discurso, afirma lo mismo que los demás autores citados sobre la actitud anti-infalibilista de Strossmayer y su posterior aceptación. - Manual de la Historia de la Iglesia, de Hubert Jedin, Volumen VII, pp. 1004-1011, Barcelona (1978). Todo el "manual" son diez Volumens. Allí se dice, por ejemplo: "estuvieron indecisos algunos meses (Strossmayer y otros obispos de su misma opinión), pero al fin ninguno de ellos recusó el asentimiento al nuevo dogma" (p. 1011). - Storia della Chiesa, de Roger Aubert, Volumen XXI, pp. 495-561, Turín (1969). Toda la obra en italiano son veinticinco Volumens. Allí se dice, por ejemplo (traducimos del italiano, lo que va entre paréntesis es nuestro):
- Historia de los Concilios Ecuménicos, de Rogert Aubert (toda la obra son doce volúmenes, uno totalmente dedicado al Concilio Vaticano I -volumen XII-), Editorial ESET, España (1970). Transcribimos lo que Aubert (volumen XII, pp. 202-205) escribe sobre el discurso del 22 de Marzo, el más borrascoso de los cinco que pronunció Strossmayer, y el más "parecido" al discurso espurio:
El discurso del 2 de Junio, que sea tal vez lo que se presenta por las fuentes espurias como "el famoso discurso", fue una "oratio" mucho más calma y sin interrupciones importantes de parte de los Padres presentes. He aquí lo que sobre las intervenciones de ese día escribe Aubert:
- Päpste und Papstum, Volumen XXV, pp. 236-239, Stuttgart (1991), editado por Lajos Pásztor; este volumen trae el diario cotidiano del Concilio escrito por uno de sus miembros, Vincenzo Tizzani, en italiano. Es una joyita, muy interesante y muy bien escrito, con mucha "sal". Va relatando allí paso por paso los discursos, las intervenciones de los padres enojados, los aplausos, etc. - Otras obras consultadas no se citan porque dicen sustancialmente lo mismo, o nada, sobre el tema. Pero NINGUNA le atribuye a Strossmayer el supuesto "discurso".
3. Diccionarios enciclopédicos consultados - Grande Dizionario Enciclopedico UTET, Volumen XIX, Turín (1991) p. 469. Allí dice por ejemplo (traducimos del italiano, lo que va entre paréntesis es nuestro):
- Enciclopedia Cattolica, Volumen XI, Florencia (1953) p. 1422. Allí se dice de Strossmayer (traducimos del italiano):
- Biographish-Bibliographishes Kirchenlexicon, Volumen XI (1996), columna 111; allí se dice por ejemplo (traducimos del alemán, resaltado nuestro):
Según esta obra (que se puede consultar también en línea en http://www.bautz.de/bbkl) se trataría entonces de su discurso del 2 de Junio falsificado. - Enciclopedia Universal Ilustrada Espasa-Calpe, Volumen LVII (toda la obra son ya más de cien volúmenes), Madrid (1978). En la página 1330 leemos:
- Otras obras consultadas no son de especial interés, pero una vez más, nada parecido al "famoso discurso".
4. Material especializado sobre Strossmayer y el Concilio Vaticano. - El papel histórico del Obispo Croata José J. Strossmayer en el primer Concilio Vaticano (1869-1870), de Ivan Tomas, en "Studia Croatica" Vol. 32-35, Año X, Buenos Aires (1969) pp. 54-88. Este trabajo lo hemos digitalizado y se lo puede leer en nuestro sitio con mucho provecho. Allí se trata todo este tema con detenimiento, analizando todos los discursos de Strossmayer, su vida como obispo antes y después del Concilio, etc. También se trata en detalle "el famoso -fantasmagórico- discurso" del 2 de Junio. Sugiero vivamente su lectura. - Bishop J.G. Strossmayer new light on Vatican I, de Ivo Sivric o.f.m., Roma-Chicago (1975). Esta es una obra de 320 páginas dedicada a Strossmayer y su actuación en el Concilio. Hemos traducido lo que toca a nuestro caso (pp. 248-251) que presentamos aquí:
- Il vescovo J.J. Strossmayer e il Concilio Vaticano I, una Tesis Doctoral de Andrija Suljak, Dakovo (1995). Dice lo mismo con respecto a nuestro tema. * * * Para terminar, volvamos a escuchar a algunos críticos de la Iglesia (entre paréntesis nuestros comentarios):
Y en otro lugar del mismo sitio web donde sacamos este texto se lee: "la autenticidad del discurso ha sido rechazado por instancias vaticanas". ¿Instancias vaticanas? ¿Qué cosa es una "instancia vaticana"? ¿En concreto, cuáles fueron esas instancias, y de qué modo el "discurso" ha sido rechazado por las mismas? * * * Agradezco a Dios haber podido conocer más profundamente la figura de este gran hombre que fue el obispo croata Strossmayer. Esperamos que estas páginas ayuden a limpiar su nombre. Y que los que hospedan aún el discurso (todos sitios "cristianos") obren en consecuencia, siguiendo las demandas evangélicas de la caridad y de la justicia.
P. Juan Carlos Sack |
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