Fred Franz Desacreditó el Concepto de un Cuerpo Gobernante


De la redacción de FREEMINDS


Traducido por David García



La última página de la revista La Atalaya del 15 de febrero de 1976, Pág. 128, se le dedicó a un informe titulado: “Ajustes del Cuerpo Gobernantes”. El artículo advirtió que el Cuerpo Gobernante, a partir del 1º de enero de 1976, había formado seis comités de supervisión, que fueron los siguientes: Comité de Servicio; Comité de Redacción; Comité de Publicación; Comité de Enseñanza; Comité de Personal; Comité del Presidente. Esto, por supuesto, fue una noticia bien grande en el mundo de los testigos de Jehová. Antes de este tiempo virtualmente toda la política importante —y los procedimientos— las decisiones hacerse dependían finalmente de la aprobación de un hombre--el presidente de la Sociedad, Nathan H. Knorr. El artículo del 15 de febrero no elaboró mas allá, pero pronto se hizo claro dentro de Betel en Brooklyn que estos comités estaban ahora operando con una medida de autoridad que previamente sólo la poseía Knorr. El presidente de la Sociedad ya no tenía todo el mando, ni el absoluto control total.

Un año después, en la revista La Atalaya del 1º de marzo de 1977, Pág. 143, el artículo:  “Sirviendo Con el Esclavo Fiel” dijo respecto a estos cambios (en el párrafo 16):

La cita:

“Para hacer frente a las exigencias adicionales de la expansión, en 1971 se hicieron arreglos para aumentar la cantidad de los “ancianos” que sirven en calidad de Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová, de siete (los directores de la Sociedad Watch Tower) a un total de once miembros. Expansión adicional, a dieciocho miembros, tuvo lugar a fines de 1974; de éstos, John Groh desde entonces ha terminado su carrera terrestre. Y fue durante el año siguiente, 1975, que uno de los más significativos reajustes de organización en la historia de 100 años de los testigos de Jehová del día moderno se puso bajo consideración. Después de consideraciones que continuaron durante la mayor parte de ese año, la reorganización fue aprobada el 4 de diciembre de 1975, por un voto unánime de los diecisiete miembros del Cuerpo Gobernante. Entró en vigor el 1 de enero de 1976.”

Este artículo continuó entonces (en el párrafo 17) para perfilar cómo los comités recientemente formados operarían:

La cita:

“Bajo este Cabeza, los miembros ungidos del Cuerpo Gobernante sirven como iguales, con una alternación alfabética en la presidencia cada año. Las responsabilidades administrativas están divididas entre el Comité del Presidente, de tres miembros (compuesto del presidente del año corriente, el del año anterior y el del año venidero), y cinco comités permanentes que tienen de cinco a siete miembros, que superentienden las actividades de los testigos de Jehová en todo el mundo.”

La mención de “un voto unánime” sugiere que hubo poco o casi ningún desacuerdo en cuanto a desposeer al Presidente Knorr de su completo control sobre los funcionamientos de la Sociedad, y así hacer a todos los miembros del Cuerpo Gobernante “iguales”. ¿Entonces, por qué, requirió casi un año de discusión?

Mientras muy pocos en ese tiempo se dieron cuenta, sólo cuatro meses antes del acto de imponerse este “poder” por parte del Cuerpo Gobernante, el vicepresidente de la Sociedad Fred Franz había revelado algunas pistas sobre las discusiones que todavía estaban teniendo lugar. El 7 de septiembre de 1975, en su charla en la graduación de la escuela Galaad, Fred Franz reveló sus sentimientos personales sobre lo que estaba debatiéndose y negociándose en ese entonces entre los diecisiete miembros del Cuerpo Gobernante, y haciendo esto, utilizó pasajes de las Escrituras para así desaprobar la existencia de cualquier “Cuerpo Gobernante” cristiano.

Para probar su punto que los misioneros graduándose estaban siendo enviados por la Sociedad Watch Tower — y NO por ningún tal  “Cuerpo Gobernante”, él utilizó el ejemplo de aquellos evangelizadores enviados por la congregación de Antioquía del primer siglo. Aquí están las citas de una transcripción de su charla [para que se tenga alguna perspectiva, yo he retenido los sarcasmos gestos e indirectas traspiés verbales por Franz, utilizando puntos corridos, aunque esto a veces interfiere con la fluidez de la lectura; todas las palabras con letras mayúsculas es donde él levantó su voz para dar énfasis, y la frases en Negritas se utilizan para identificar pensamientos que son importantes.

La cita:

Bien, ustedes son enviados hoy, después de su graduación como misioneros. Por fin, eh, nosotros escuchamos telegrama que cerca de dos son enviados a Bolivia. Y después hay otros que son enviados, tal vez cuatro o seis u ocho, a un país diferente como asignación en la cual trabajar. Ahora, no piensen ustedes, misioneros, que debido a que son enviados dos juntos, o tal vez cuatro o seis o quizá ocho, que ustedes son enviados como un comité para tomar el control de la obra del país al cual son asignados. ¡De ningún modo! Ustedes son enviados como los misioneros individuales para cooperar juntos, y  cooperar con la sucursal de la Sociedad de Biblia y Tratados de la Watch Tower, la cual opera y dirige la obra en el país al cual usted es asignado para obrar  como evangelizador. De modo que no introduzca en su cabeza esta idea de comités ustedes son enviados en grupos a una tierra especial.

Ahora, Jesús terminó su recorrido como el más grande evangelizador de todos. Y entonces el tiempo continúa, y hay un hombre que entra en la escena, y él es el único que es llamado directamente un evangelizador; ése es su título personal —lo encontramos en Hechos capítulo 21, verso 8. Y ése es Felipe de Cesárea. Y cuando Pablo lo visitó allí en su parada intermedia en Cesárea, por eso él se llamó “Felipe el evangelista”. ¡Él es el único! Pablo le dijo a Timoteo en su último carta, 2ª Timoteo  4:5, que él debe hacer “la obra de evangelista”. Pero Felipe es quien directamente —y el único— que es llamado personalmente un “evangelista”. Pero claro sabemos que hubo otros evangelizadores. ¿Ahora cómo este hombre entró en la escena, y quién le hizo un evangelizador o misionero? Ahora, ése es el punto a observarse. Bien, nosotros recordamos cómo las escrituras en Efesios cuatro, verso once, nos dice cómo el Señor Jesucristo ascendió a lo alto y llevó un cuerpo de cautivos, y cómo él dio “dones” en la forma de hombres. El verso once dice que él dio a unos apóstoles; y otros, profetas; y otros, evangelistas... y a otros como pastores y maestros. El Señor Jesucristo, la cabeza de la Congregación… él no sólo dio apóstoles, no sólo los profetas, pero también evangelizadores.

[…contenido abreviado…]

¿Y entonces después de eso, qué sucedió? Pues, Dios, el ángel de Jehová habló a Felipe, diciendo: “Levántate y ve”. Esta es… la asignatura para ti, el ángel de Jehová. ‘Tu ve al camino que desciende de Jerusalén a Gaza’. Y cuando él bajó allí en esa asignatura del ángel de Jehová. Entonces fue cuando tuvo un encuentro con el Eunuco Etíope. Y él lo bautizó, y después del bautismo, por qué él fue arrebatado rápidamente, o llevado lejos, por el espíritu de Dios. Y él bajó allí al pueblo Filisteo, entonces a la costa de Cesárea, abajo dónde él se estableció y él tenía cuatro hijas, y él estuvo allí como evangelista cuando el apóstol Pablo regresó en ese viaje por barco a la Tierra Santa. Y eso fue lo que sucedió con Felipe, cómo él se volvió un evangelizador. Ahora éstas son las cosas para notar, amigos.

Entonces algo pasó justo después de eso. Y, eh, el Señor Jesucristo tomó acción. Y él tomó acción directa sin consultar con ningún hombre o cuerpo de hombres en la tierra. Y ahí fue cuando Él, la Cabeza de la Congregación, encontró a Saulo de Tarso, el perseguidor allí, en el camino que lleva a Damasco. ¡Él lo detuvo! Y él dijo, ‘Ahora, éste es un vaso escogido para mí. Lo estoy escogiendo como Cabeza de la Iglesia, sin consultar con ninguna persona en la tierra.’ Y él escogió a Saulo para ser un evangelizador, para llevar el mensaje no sólo a los judíos sino también a todas las naciones gentiles.

¿Bien, y qué sobre Jerusalén y el cuerpo allí?  Más tarde nos cuenta que Bernabé tomó a Pablo, o Saulo de Tarso, a Jerusalén. ¡Pero ellos todos tenían miedo de él! Y Saulo de Tarso, o Pablo, nos dice que cuando él subió allí a Jerusalén que él no vio ninguno de los apóstoles excepto a Pedro con quien él pasó quince días, y también, uh, el apóstol Jacobo. [Nota Benefactora: esto es un error, como Gálatas 1:18, 19 indican era “Jacobo el hermano del Señor” no el apóstol Jacobo. Estos son los únicos dos mencionados]. Y entonces él regresó a Tarso, y, uh, él continuó su camino. Después, por qué, Bernabé fue enviado a Antioquía, y él fue y buscó a Saulo, lo trajo allí, y, uh, ellos hablaron en Antioquía por mucho tiempo. Pablo se volvió un miembro de la congregación de Antioquía. Y él era uno de los profetas allí en esa congregación, especialmente es mencionado. Y entonces, de momento, mientras Pablo servía, uh,en Antioquía, en Siria … no en Israel sino en Siria … pues el espíritu de Dios habló a la congregación allí en Antioquía y dijo, ‘ahora de todas las cosas, aparten, es decir ustedes, esta congregación en Antioquía, ustedes aparten a estos dos hombres, a saber Bernabé y Saulo, para la obra para la cual los he comisionado.’ ¡Y así, la congregación de Antioquía hizo eso!  Y pusieron las manos sobre Pablo ó Saulo, y Bernabé y los enviaron como se lee en varias traducciones … y ellos salieron por el Espíritu santo que obró a través de la congregación de Antioquía y salieron en su primera asignación misionera.

Así, como ustedes ven, el Señor Jesucristo estaba actuando como la cabeza de la congregación y tomando acción directamente, sin consultar con cuerpo alguno aquí en la tierra acerca de lo que Él debiera hacer o NO debiera hacer. Y Él actuó de ese modo con respecto a Pablo y Bernabé.  Y ellos eran ambos apóstoles de la congregación de Antioquía. Y así ellos salieron en la obra y tuvieron gran éxito, y con el curso del tiempo ellos completaron su primer viaje misionero … ¿y dónde fueron, adónde se presentaron para dar informes?  Bueno, allí está el registro, usted mismo lo puede leer, en los versículos de conclusión del capitulo catorce de Hechos. Ellos regresaron a Antioquía, a la con­gregación de allí, y el registro dice que ellos relataron las cosas en detalle, a esta congregación que los había entregado a la bondad inmerecida de Dios para la obra que ellos habían llevado a cabo. De modo que fue allí donde ellos presentaron su informe. Así que el registro también dice que ellos permanecieron en Antioquía por bastante tiempo.

Ahora ¿Qué sucedió? De momento, eh, algo ocurrió, y, uh, Pablo y Bernabé, ellos suben a Jerusalén. Bueno, ¿cual fue la cuestión? ¿Qué les llevó a Jerusalén? Bueno, fue, uh, acaso el cuerpo de apóstoles y de otros ancianos de la congregación de Jerusalén que les ordenó que fueran allá y dijeran, “¡Miren! Supimos que ustedes dos salieron en un viaje misionero… y terminaron el viaje, y no vinieron aquí a Jerusalén a darnos un informe. ¿NO SABEN USTEDES QUIENES SOMOS NOSO­TROS? ¡Nosotros somos el concilio de Jerusalén! ¿NO RECONO­CEN USTEDES LA JEFATURA DEL SEÑOR JESUCRISTO? Si ustedes no vienen aquí apresuradamente, vamos a tomar acción disciplinaria en contra de ustedes.” ¿Es eso lo que dice el registro? Bueno, si ellos hubieran obrado de esa manera hacia Pablo y Bernabé, por haber rendido informe a la congregación por medio de la cual el espíritu santo les había enviado a salir en su viaje, entonces este concilio de apóstoles de Jerusalén y otros ancianos de la congregación judía, se hubieran puesto por encima de la jefatura del Señor Jesucristo.

Pero eso no fue lo que ocurrió. Ustedes saben lo que ocurrió, cómo los judíos bajaron de Jerusalén y urgieron la materia de circuncisión, y, eh, preocupó la congregación allí en Antioquía tanto que la congregación de ANTIOQUÍA envió Pablo y Bernabé A JERUSALÉN, para buscar Consejo y solucionar el problema. Y, claro, enviados por el Conse… por la congregación de Antioquía, ellos tenían que regresar e informar y aconsejar a la congregación la solución de la cuestión, o la decisión que fue hecha por el Consejo en Jerusalén. Y ENTONCES fue cuando ellos empezaron a defender los cristianos gentiles que no tenían que ser circuncidado como los judíos… fue ENTONCES que Pablo y Bernabé dijeron lo que Dios había hecho por medio de ellos al mundo gentil. Y ENTONCES fue que el consejo consiguió el informe. Entonces ellos regresaron a Antio...quía, quien les había enviado para que hicieran conocer la decisión, y los judíos, entonces, eh, Aconsejaron, por qué, enviar a dos hombres, a Judas y Silas, con ellos. Y a la sazón ellos entregaron el informe del Consejo y, eh, hubo gran regocijo entre los creyentes gentiles.

Ahora el tiempo transcurrió, y Pablo y Bernabé están en Antioquía. ¿Y qué ocurre ahora? ¿Bien, ellos, recibieron una asignación de alguna parte … sobre su próxima movida? La narración dice que, eh, los dos hombres, Pablo y Bernabé, que Pablo le dice, ‘Volvamos á visitar todas las congregaciones que nosotros hemos establecido.’  Y, eh, ellos estuvieron de acuerdo, en este asunto. ¿Y entonces, eh, el asunto de, uh, el acompañamiento surgió ¿quién iría con ellos? Y, eh, Bernabé estaba a favor de Marcos… Juan Marcos. Pero, eh, Pablo no lo quiso, porque él, los había abandonado en Panfilia en Asia Menor y no había ido con ellos hasta finalizar el primer viaje misionero. Así que Pablo no tenía ninguna confianza, eh, en Marcos en ese momento. Y tuvieron un gran altercado, como ustedes saben. ¡Y resulto en una división! Y Bernabé se llevó a Marcos, demostrando ser una buena opción, porque después Pablo valoró la fidelidad de Marcos y dijo, ‘porque me es útil’.

¿Pero y qué sobre Pablo? Bien, él escogió Sila, o Silvano, como su compañero en su viaje misionero. Y aquí hay una cosa que nosotros debemos notar de nuevo… ahora, esto pasó en Antioquía. Al cierre final del decimoquinto capítulo de los hechos dice que después de que Pablo y Bernabé habían sido encomendados por los hermanos de la congregación de Antioquía a la gracia de Dios, que ellos siguieron hacia el segundo viaje misionero del apóstol Pablo. Así que de nuevo la congregación de Antioquía estaba usándose para enviar misioneros. …

Y así, a medida que examinamos el relato de estos dos sobresalientes misioneros, uh, de entre los que se registran, en la, uh, historia bíblica, hallamos que fueron enviados especialmente por el Señor Jesucristo, quien es Cabeza de la iglesia … un hecho del cual la Sociedad de Biblia y Tratados de la Watch Tower, ha sostenido y aceptado desde que se formó la Sociedad. Así que, vemos, como el Señor Jesucristo es Cabeza de la iglesia y tiene derecho a obrar directamente, sin tener en cuenta alguna otra organización, no importa quienes sean. ÉL es Cabeza de la iglesia. No podemos desafiar lo que ÉL HACE.

Después de elaborar cómo Jesucristo había ‘usado’ a C. T. Russell como un moderno evangelizador del presente, Franz continuó su charla con una mirada histórica hacia los orígenes de la escuela Galaad, evidentemente intentando recordarles a su auditorio que no fue a un “Cuerpo Gobernante”, sino el presidente de la Sociedad quien había sido ‘usado’ por Dios para inventar esta maravillosa institución educativa.  Sus comentarios concernientes a cómo el presidente de la Sociedad fue “visto” son de nota particular, ya que sugieren a lo qué apuntaban las discusiones del Cuerpo Gobernante por cerca de un largo año…

La cita:

Bien, así que la Sociedad de Biblia y Tratados de la Watch Tower, uh, ha operado a lo largo de los años, y entonces, para hacer la historia corta, llegamos al año 1942. Yo puedo recordar una reunión especial que se celebró el jueves, 24 de septiembre, del año 1942. Un nuevo presidente tenía, eh, se había levantado para presidir sobre los asuntos de la Sociedad de Biblia y Tratados de la Watch Tower. Y específicamente en esta fecha, pues, él llamó una reunión de la junta directiva de la Corporación de Pensilvania y de la Corporación de Nueva York. Había una reunión de nosotros los miembros de estas juntas. Puesto que las dos de estas corporaciones estaban envueltas, ahora, en el proyecto que iba a ser sometido, uh, a este cuerpo de hombres. Y yo puedo recordar quienes estaban en esa reunión que se celebró en la oficina que era del Hermano Rutherford eh, el anterior presidente, eh, estaban presentes el presidente, el nuevo presidente, N. H. Knorr, y también el vicepresidente H. C. Covington, y el secretario-tesorero W. E. Van Amburgh, y, uh, H. H. Riemer quien era mi compañero de cuarto en ese momento y también T. J. Sullivan, y Arthur Goux, y yo.  Estuvieron en esa reunión todos los siete miembros de la  Corporación de Nueva York presentes. Y en esa reunión los cinco miembros de la Corporación de Pensilvania.

Ahora, nosotros nos reunimos, y el presidente de la Sociedad, de ambas sociedades, el Hermano Knorr, el uh, él leyó primero una porción de la carta constitucional de la Corporación de Nueva York a esta reunión de la junta. Cómo se dedicó a, uh, promover la predicación y las enseñanzas de las Noticias Buenas. Entonces él llamó la atención al hecho que a allí en la Granja del Reino había este edificio, Galaad por nombre, y no estaba usándose en toda su magnitud, sólo con una tercera parte de su capacidad. Y entonces señaló al hecho, sobre algo que él en su corazón había querido hacer durante mucho tiempo, que éste sería un excelente lugar para establecer una ESCUELA, para el entrenamiento y la preparación de misioneros.

Bien, ésta era una propuesta deleitable que se sometió por el presidente a todo el resto de nosotros, uh, los miembros de la junta, y hubo una discusión sobre esto favorable acerca del propuso de la escuela. Y entonces mi compañero de cuarto, H. H. Riemer, hizo una moción que el presidente de estas sociedades pusiese en movimiento el funcionamiento para establecer tal escuela para la preparación de hombres y mujeres que n cualquier momento pudiesen ser enviados a la obra de predicación diferentes países. Entonces, H. C. Covington, el vicepresidente y también el consejero legal, agregó algo a la moción de Riemer, y él dijo que el presidente de la Sociedad debe ser AUTORIZADO para hacer todos los planes y arreglos para ver que esta escuela se estableciese según su discreción, y que él también debería hacer todos los planes y arreglos para ver que esta escuela se financiara y mantuviese operando. Bien, yo secundé esa moción, y la moción fue unánimemente, eh, acep, eh… aceptada, aprobada por todos los presentes. Y justo después de eso, entonces, el presidente, hizo otras propuestas adicionales sobre el trabajo educativo de las sociedades, y propuso la publicación de un libro de texto escolar que se usaría por TODAS las congregaciones del pueblo de Jehová. Y después de que se hizo la moción, pues,  T. J. Sullivan aprobó esa moción educativa, también. Así que ahora la pregunta se lanzó a una reunión de la junta unida y esa moción también fue aprobada unánimemente.

De modo que ustedes pueden ver, queridos hermanos, que la Junta de Directores de la corporación de Nueva York y la de Pensilvania, según fueron constituidas entonces, tenían respeto por el puesto del presidente, y no trataron al presidente de estas organizaciones como un testaferro inmovilizado de cara impasible, presidiendo sobre una sociedad, una sociedad marginada que nada hace.

Bien, ustedes pueden preguntarle al Hermano Arthur Goux lo que él recuerda de esa reunión, él estuvo allí. Aquí está una copia de las minutas de esa reunión [él abre una copia de la minuta; un murmullo de voces se escucha entre el público], para verificar lo que yo he dicho. Así que ustedes pueden ver que, eh, esta sociedad realmente tiene el derecho y la autoridad de enviar misioneros. Ésa es la pregunta desafiante que les planteé al principio de esta charla. Y que la sociedad ha continuado hasta este momento enviando misioneros, al presente los números están en más de cinco mil. ¿Ahora, no es eso maravilloso? [El público responde con un aplauso sostenido.]

Estoy seguro que muchos de nosotros aquí hoy se alegran que Jehová haya conservado al presidente original de la escuela hasta ahora, y como presidente de la Corporación de Nueva York, pues, él continuará en su oficina hasta el final del presente término actual el 1º de julio, del Mil Novecientos… ó más bien, el 1º de enero, eh, mil novecientos…Dieciocho…, Mil Novecientos Setenta y seis.

Y cuando usted viene a pensar sobre esto, estimados amigos, es verdaderamente extraordinario. Hoy, ustedes saben, que es el séptimo día de septiembre, De mil novecientos Setenta y cinco. [Pueden oírse aplausos y reacciones eufóricas y vítores.] ¿Y saben ustedes que significa eso? Según este diario, diario hebreo, de la tierra de Israel [refiriéndose ahora a un pequeño folleto que sostenía en su mano], éste es el segundo día del mes de Tishri del año lunar de 1976, y ¿saben ustedes lo que eso significa? Que aquí en este día de su graduación, pues es el segundo día del séptimo milenio de la existencia del hombre aquí en la tierra. ¿No es eso interesante? ¿No es eso algo magnífico [aquí hubo aplausos fuertes de la audiencia] que el día de apertura del séptimo milenio de la existencia de la humanidad sea señalado por la operación de la Sociedad de Biblia y Tratados de la Watch Tower, en completa obediencia a los términos en su carta constitucional, enviando la clase cincuenta y nueve de la Escuela de Galaad para misioneros. Y además, me dicen que, eh, por arreglo de la Corporación de Nueva York, ya tenemos unos veinte hermanos y hermanas que van a formar parte de la clase número sesenta en la Escuela de Galaad. Y, es muy interesante que al final de los sesenta siglos de la existencia humana aquí en la tierra, por qué la clase número SESENTA va a empezar su instrucción en la apertura del séptimo milenio de la existencia de humanidad.

Éstos son, eh, cosas sorprendentes, cosas asombrosas, cosas de FELICIDAD de la cuales nosotros podemos regocijarnos. Yo estoy seguro que muchos aquí pueden estar bien, bien felices que Jehová Dios puso en la mente del Hermano Knorr y en su corazón establecer esta escuela misionera en Galaad. Jehová Dios ciertamente la ha bendecido, y por sus frutos, ha llegado a ser conocida como una agencia aprobada en las manos de Jehová Dios, y por lo tanto no hay necesidad de desafiar el derecho y autoridad de esta Sociedad de enviar misioneros. Y amigos, noten esto, que de la misma manera que Dios usó a la congregación de Antioquía para enviar dos de los misioneros más sobresalientes del primer siglo, Pablo y Bernabé, así hoy Jehová Dios está usando la Sociedad de Biblia y Tratados de la Watch Tower de Pensilvania en colaboración con la corporación de Nueva York, para enviar misioneros y están determinados á continuar este curso. Eso nos es algo muy, muy grato."

Es interesante que, después de casi un largo año de lucha para arrebatarle el control de la Sociedad al entonces presidente, Nathan Knorr, el Cuerpo Gobernante veinticinco años después aparentemente haya abandonado ese control al renunciar a sus posiciones como directores y transferir la supervisión de la existente y recientemente creada entidad legal a otros. Uno se pregunta si estos desarrollos recientes —como hicieron en el pasado con los ajustes similares— se convertirán en el futuro en un “cumplimiento” de especulación profética y reajustes correctivos ordenado divinamente de la “Organización de Dios”.


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