Una ilusión llamada 'Astrología'


Jorge Arturo Colorado


Descubrimientos científicos más recientes han presentado grandes desafíos para la astrología

Este artículo está reproducido en base a lo establecido por su Autor, Jorge Arturo Colorado y ha sido recogido de las páginas SIN DIOSES.ORG sin ningún fin comercial.

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Astrónomos estudiando un eclipse, pintura de 1571 de Antoine Caron.

n todo el mundo se publican miles de secciones astrológicas, comúnmente conocidos como "horóscopos", estos aparecen indiscriminadamente en periódicos, revistas, folletos y en los últimos años en Internet. Asimismo se editan y publican cientos de libros sobre astrología, en nuestros países es más fácil obtener un libro de "Su destino y el zodiaco" en una librería local, que un tratado de física moderna, de arqueología o historia; es evidente, el mercado astrológico es exitoso.

Y de su éxito dependen miles de astrólogos, que día a día "aconsejan" a otras miles de personas sobre su proceder en cuestiones de amor, salud y negocios.

La astrología presupone que la posición de los planetas y el Sol en una determinada franja del cielo; llamada constelaciones del zodiaco, influyen en nuestro diario vivir. Según ella la posición del Sol a la hora de nacer marcaría de por vida las características particulares de una persona. Conforme a ese discurso los individuos nacidos bajo el signo Leo serían en dominantes, celosos y posesivos, a diferencia de los nacidos bajo Capricornio en donde se supone que son trabajadores, serios y responsables.

El problema astrológico nace desde su impreciso origen "revelador", es imposible que la posición de un planeta como Venus interfiera en una relación social, dado que estas relaciones entre personas están basadas en aspectos puramente culturales. Un fracaso amoroso, un desastre económico y un desacierto deportivo no es responsabilidad de "La mala influencia de Saturno", sino de instantes sociales muy específicos en los cuales cada persona tiene alta responsabilidad. Es completamente anti antropológico creer que únicamente existen doce tipos de personas en el planeta, un cortador de cocos en Tuvalú, un vendedor de hot dogs en Nueva York y un caficultor de El Salvador poseen diferencias culturales extraordinarias, la cultura es sinónimo de diversidad, cada quien es rico en ella y el hecho de que haya nacido en tal o cual fecha no indica su predisposición a ser de determinada forma. Doce tipos de personas en un mundo de diversidad cultural es simplemente imposible.

El efecto de la presesión de los equinoccios, que logra producir un movimiento en el eje de rotación de la Tierra ha metido en serios aprietos a la Astrología, simplemente por que "los signos" no concuerdan con la realidad, esto debido a que existe un corrimiento del recorrido aparente que hace el Sol en el firmamento, de esa forma una persona que en el supuesto astrológico nació Virgo, realmente es Leo. Por la misma presesión equinoccial ha hecho que entre Sagitario y Escorpión el Sol entre casi por 23 días en la constelación de Ophiucus (el serpentario).

La Astrología es un buen negocio, y esta completamente divorciada de una cosmogonía antigua, la astronomía de las antiguas culturas no tiene ninguna relación con la moderna astrología, la cual únicamente ha tomado lo que le interesa para presentarse como un conocimiento antiguo, lo único que hace la astrología es ejercer su poder en el dominio de las personas, muchas veces controlando su economía; el cual, sin ninguna duda es su principal cometido.


¿Es científica la astrología?

Descubrimientos científicos más recientes han presentado grandes desafíos para la astrología. Considere los siguientes hechos:

· Ahora se sabe que las estrellas que parecen estar en una constelación no están en realidad agrupadas. Algunas de ellas se encuentran muy distantes y otras relativamente cerca. De modo que las propiedades zodiacales de las diversas constelaciones son solo imaginarias.
· Los astrólogos primitivos no conocían los planetas Urano, Neptuno y Plutón, ya que no fueron descubiertos hasta que se inventó el telescopio. ¿Cómo explican entonces su “influencia” los mapas astrológicos trazados siglos antes?
· La genética ha demostrado que los rasgos de nuestra personalidad no se forman al momento de nacer, sino en la concepción, cuando uno de los millones de espermatozoides del padre fecunda el óvulo de la madre. Sin embargo, la astrología determina el horóscopo de una persona según el momento del nacimiento, nueve meses después de la concepción.
· Los astrólogos dividen el zodiaco, zona del cielo a través de la que parecen moverse el Sol, la Luna y los planetas, en doce porciones iguales, y asignan a cada una de ellas una constelación como su signo. En realidad, hay catorce constelaciones en esa zona del cielo. Estas no son iguales en tamaño y además, hasta cierto grado, se traslapan entre sí. Así que los mapas trazados por los astrólogos no tienen ningún parecido físico con lo que está en el cielo.
· La trayectoria del Sol con respecto a las constelaciones desde el punto de vista del observador terrestre, lleva hoy día un mes de retraso con relación a los mapas y tablas que confeccionaron los astrólogos hace dos mil años. Por consiguiente, según la astrología, una persona nacida a finales de junio o principios de julio sería del signo Cáncer —muy sensible, malhumorada y reservada— porque, de acuerdo con los mapas, el Sol está en la constelación de Cáncer. No obstante, en realidad, el Sol está en la constelación de Géminis, lo que supuestamente haría que la persona fuese “comunicativa, graciosa y habladora”.


La astrología en Oriente y Occidente

La astrología occidental atribuye características especiales a cada una de las doce constelaciones recorridas por el Sol en su curso anual aparente. Estos grupos estelares recibieron su nombre de los griegos, quienes veían en su configuración diferentes criaturas, como por ejemplo: Aries (carnero), Taurus (toro) y Géminis (gemelos).

Es interesante que la astrología practicada antiguamente en China y Japón también divide el Zodiaco en doce regiones que corresponden a los doce animales de las llamadas ramas terrestres: el perro, el gallo, el mono, la cabra, el caballo, etcétera. Y se dice que cada uno de estos animales ejerce su influencia durante cierto período de tiempo en función de sus características. Así es que tanto la astrología oriental como la occidental designan a las zonas correspondientes de los cielos de la siguiente manera:

Zodiaco de OccidenteZodiaco de Oriente
Aries (carnero)Perro
Taurus (toro)Gallo
Géminis (gemelos)Mono
Cáncer (cangrejo)Cabra
Leo (león)Caballo
Virgo (virgen)Serpiente
Libra (balanzas)Dragón
Escorpio (escorpión)Liebre
Sagitario (arquero)Tigre
Capricornio (cabra)Toro
Acuario (aguador)Rata
Piscis (peces)Cerdo

De igual manera, los planetas no tienen influencia en una persona al momento de nacer, el "poder" de un planeta pierde su influencia con la Tierra debido a la gran distancia que nos separa, una lámpara que ilumine la sala de partos, tiene mayor influencia (si hubiera), que la gravedad de Urano.

¿Qué observamos cuando comparamos los dos sistemas? Resulta extraño, pero en Oriente parece que las constelaciones funcionan de manera totalmente distinta a como lo hacen en Occidente. Así, la astrología occidental dice que una persona que nace cuando el Sol está en Aries, por ejemplo, es positiva, si nace cuando está en Taurus, es testaruda, etcétera. Pero difícilmente se podrían asociar esas cualidades con el perro y el gallo, los signos que la astrología oriental asignaría en estos casos. Lo mismo puede decirse de los otros signos paralelos. Por consiguiente, los diferentes sistemas asignan a los mismos astros características distintas. De modo que, ¿son los astros o es la imaginación de los astrólogos lo que ejerce el control?


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