El bautismo... ¿Quién lo valida?©



El historiador (Paul) Johnson observó que en el período post-apostólico llegó a darse el caso de que, junto con la Biblia, "los sacramentos... perdían su sentido si se llevaban a cabo fuera de la iglesia". Un "sacramento" primordial era el bautismo.

Inicialmente, entre los Estudiantes de la Biblia del tiempo de Russell, no hubo problema por el hecho de que uno hubiese sido bautizado dentro de alguna de las diversas denominaciones cristianas de entonces. Lo único importante era si uno entendía el significado del bautismo y si se había llevado a cabo por inmersión. (Recuerdo a mi tío, Fred Franz, siendo ya vicepresidente de la Watch Tower, remarcándome que si su bautismo se había llevado a cabo por inmersión en la iglesia Presbiteriana -en lugar de por aspersión- habría de ser considerado válido).Así fue considerado por siete décadas. Tan tarde como en 1955, The Watch Tower del 1 de Julio de ese año (página 412) estableció que era necesario bautizarse únicamente si "el bautismo anterior no había sido en símbolo de dedicación" o no había sido llevado a cabo por inmersión. Un año más tarde, se cambió la situación en The Watch Tower del 1 de Julio de 1956. Decía así (página 406):

BAUTISMO POR SEGUNDA VEZ

14 A menudo se hace la pregunta en cuanto a si una persona que ha sido bautizada previamente mediante una ceremonia llevada a cabo por algún otro grupo religioso debería bautizarse de nuevo al adquirir conocimiento exacto de la verdad y haberse dedicado a Jehová. Por lo que queda dicho, hay razón convincente para decir que sí, uno debe ser bautizado de nuevo. Obviamente, nadie, dentro de tales sistemas religiosos ha sido realmente bautizado "en el nombre del Padre, del Hijo y del espíritu santo," ya que al ser bautizado de ese modo, se comprende la autoridad y la posición de esas auténticas Autoridades Superiores. Y, si previamente se había dedicado a Jehová, la persona se habría separado del sistema Babilónico que deshonra a Dios, incluso antes de permitir que le bautizaran. De modo que lo importante no es el acto de ser bautizado, sino más bien lo que ese acto simboliza.

Eso sin embargo iba seguido de una "Pregunta de los Lectores" unos seis meses más tarde que especificaba las condiciones para rechazar como no válido cualquier bautismo "fuera de la organización" (incluso aunque hubiera sido por inmersión). Ahora se decía que la fecha tope para considerar válido un bautismo de esa clase era 1918. ¿Por qué? Porque "en 1918 A.D.... Jehová Dios vino al templo acompañado por su Mensajero del Pacto y echó fuera a la Cristiandad". Si la persona había sido sumergida en símbolo de dedicación a Dios y a Cristo antes de esa fecha y además había abandonado su religión anterior para afiliarse en la organización Watch Tower antes de 1918, se dejaba a la conciencia de esa persona si era procedente bautizarse de nuevo o no.

La situación para todos los demás era la siguiente:

A partir de ahora, cuando se ha hecho claramente la llamada a salirse de Babilonia la Grande, si alguno ha oído dicha llamada y permanece en alguna parte de la Babilonia antitípica y es bautizado por inmersión en dicho sector religioso, su bautismo no tiene validez. Su decisión no podía haber sido una dedicación a hacer la voluntad de Dios, ya que, como dice el párrafo 14 "la persona se habría separado del sistema Babilónico que deshonra a Dios, incluso antes de permitir que le bautizaran" (The Watch Tower, 15 de Diciembre de 1956, página 763)

Debía ser bautizado de nuevo. El asunto fue establecido definitivamente ya que las palabras del párrafo 14 de The Watch Tower así lo disponían. No era necesario el apoyo bíblico aparentemente. En el período post-apostólico el bautismo "perdía su sentido si se llevaba a cabo fuera de la Iglesia", es decir, fuera del control de la autoridad. Esa misma postura ara adoptada ahora por la organización Watch Tower hacia cualquier bautismo llevado a cabo fuera de su dominio.

Allá en 1955, The Watch Tower había dicho:

Un cristiano. . . no puede ser bautizado en el nombre de alguien que esté llevando a cabo la inmersión, en el nombre de ningún hombre, ni en el nombre de ninguna organización, sino en el nombre del Padre, del Hijo y del espíritu santo. Eso muestra, entre otras cosas, que el Cristianismo no es cuestión de denominación alguna (The Watch Tower, 1 de Julio de 1955, página 411).

Era frecuente que las palabras del discursante que precedían a la ceremonia del bautismo recordaran a los candidatos que "ustedes no están simbolizando la dedicación a un trabajo, o la dedicación a una organización, sino la dedicación a una persona, Jehová Dios." (Como he señalado, este punto era incluido en los bosquejos proporcionados por la Watch Tower a quienes pronunciaban el discurso de bautismo). Algo parecido decía The Watchtower del 1 de Octubre de 1966:

No nos dedicamos a una religión, ni a un hombre, ni a alguna organización. No, nos dedicamos al Soberano Supremo del Universo, nuestro Creador, Jehová Dios mismo. Eso hace de la dedicación una relación muy personal entre nosotros y Jehová...

En 1942, las dos preguntas que se hacían a los candidatos eran:

(1) ¿Cree usted en Jehová Dios el Padre, que "la salvación pertenece a Jehová," y que Jesucristo es su Hijo en cuya sangre son lavados sus pecados y por medio de quien obtiene la salvación de Dios?

(2) Por tanto, ¿Ha confesado usted sus pecados a Dios, y ha pedido ser limpiado mediante Jesucristo y, por tanto, se ha vuelto del pecado y del mundo y se ha consagrado sin reserva a Dios para hacer su voluntad? (The Watch Tower, 1 de Octubre de 1942, página 302).

Estas preguntas se acercaban bastante en su contenido a las expresiones de Pedro y otros contemporáneos al animar a la gente: "arrepiéntanse, y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados, y recibirán la dádiva gratuita del espíritu santo". (Hechos 2: 38 NEB; 1 Pedro 3: 21, 22. 45). En 1956 y (con muy poca variación) por muchos años las preguntas que se sometieron a los testigos en la ceremonia del bautismo fueron éstas:

20 (1) ¿Se ha reconocido usted ante Jehová como pecador que necesita salvación y ha reconocido ante El que dicha salvación procede de El, el Padre, a través de su hijo Jesucristo?

21 (2) Sobre la base de esa fe en Dios y en sus provisiones para la salvación, ¿Se ha dedicado sin reserva a Dios para, en adelante, hacer su voluntad de la forma como El se la revele a usted a través de Jesucristo y a través de la Biblia bajo la iluminación del espíritu santo?.The Watch Tower del 1 de Julio de 1956, página 407.

Sin explicación bíblica alguna para introducir un cambio importante en esas preguntas básicas a las que los candidatos habían de responder afirmativamente para calificar para el bautismo, La Atalaya del 1 de Junio de 1985 señaló, como las preguntas a las que debían responder todos los candidatos, las siguientes:

"Sobre la base del sacrificio de Jesucristo, ¿se ha arrepentido usted de sus pecados y se ha dedicado a Jehová para hacer la voluntad de él?

La segunda es:

¿Comprende usted que su dedicación y bautismo lo identifican como testigo de Jehová asociado con la organización que Dios dirige mediante Su espíritu?

Habiendo respondido sí estas preguntas, los candidatos están en condición correcta de corazón para someterse al bautismo cristiano."

La Atalaya del 15 de abril de 1987 (página 12) da una extraña explicación sobre las razones para ese cambio al decir: "Hace poco las dos preguntas que se dirigían a los que estaban por bautizarse se simplificaron para que ellos respondieran con pleno entendimiento de lo que implica estar en relación íntima con Dios y su organización terrestre". Esa supuesta "simplificación" sólo hizo una cosa: requería de cada candidato una declaración para someterse y obligarse a una organización terrestre. Cuando leemos las Escrituras vemos que el factor clave que da validez al bautismo para todos los que daban ese paso era "creer en el Señor Jesús" como el Mesías de Dios, su Redentor y capaz de darles la salvación. (Hechos 16: 31-33; compare también con Hechos 2: 36; 8: 5, 12, 27-38; 9: 1-20; 10: 34-48; 11: 16, 17; 18: 8; 19: 3-5). Eran bautizados "en Cristo Jesús" (Romanos 6: 3; Gálatas 3: 27). Eso era "sencillamente" suficiente para que personas pudieran comprender y lo comprendieran en un solo día, en unas pocas horas. No hay nada apostólico en esa fraseología introducida por la organización Watch Tower. En la mente de los apóstoles jamás estuvo el concepto de una "organización terrestre" que, como claramente queda demostrado, haga la menor referencia a algo que se asemeje a una estructura de autoridad humana.

Cristo había dicho a sus discípulos que bautizaran a las personas "en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo". (Mateo 28: 19, NEB. . La segunda pregunta de La Atalaya sustituye de hecho al Espíritu santo de Dios por "una organización dirigida por el espíritu". Mientras el Espíritu apenas merece atención, una vez más nos encaramos con una situación en la que la organización se apropia un papel asignado divinamente. Claramente lleva la idea de que el Espíritu Santo de Dios no opera en la persona que se bautiza, salvo en conexión con la organización Watch Tower. No enfatiza la forma en que la persona que se bautiza será conducida a partir de entonces por el Espíritu de Dios, sino que pone el acento en la "organización dirigida por el espíritu". Es increíble que La Atalaya llame a eso una "simplificación" sobre el enunciado anterior de las preguntas. Habla de una "íntima relación con Dios" pero le quita significado al introducir la organización terrestre en la escena, convirtiendo el asunto, no en una relación íntima con Dios, sino en una relación íntima "con Dios y su organización terrestre". Mientras Jesucristo habló únicamente del "Padre, del Hijo y del Espíritu Santo", la organización toma su propio lugar en el cuadro sagrado como una parte indispensable del mismo. Equivale a que un sirviente fuera diciendo a la gente que ellos podían tener contactos y relación con un señor únicamente a través del propio sirviente imprescindible, y que actúa como intermediario, portavoz, gerente, responsable en la toma de decisiones. Esa actitud sólo merece el calificativo de arrogante.

Durante 19 siglos la gente ha sido bautizada, sin que en su bautismo se haya utilizado tales términos. Por unos cien años los testigos de Jehová han estado siendo bautizados sin esa fraseología. ¿Acaso no entendían lo que representaba bautizarse? ¿Por qué esta "simplificación" al cabo de 100 años a fin de tener un entendimiento de lo que representa su bautismo?

Creo que el cambio introducido en 1985 supone que las personas adquieran conciencia de su ligazón a la organización, un compromiso hacia ella como autoridad religiosa sobre ellos y, por tanto, implica una aceptación de su autoridad sobre ellos y su derecho a la formación de juicios eclesiásticos para poder "juzgar" como violadores de sus normas y política a los que están sometidos a ellos.

En años recientes un buen número de personas simplemente han dejado de asociarse con la organización de los testigos de Jehová sin hacer notificación formal alguna de desasociarse. Incluso viviendo de una manera digna, si hacen o dicen algo que manifieste desacuerdo con cualquiera o con todas las enseñanzas y normas de la organización, con frecuencia son abordados por los ancianos, preguntados y a menudo convocados a un "juicio oral". Algunos han señalado que ellos no ven razón alguna para tal careo, que no se consideran sujetos a la autoridad eclesiástica de la organización. Incluso algunos han enviado una carta mediante abogado al cuerpo de ancianos estableciendo su posición y pidiendo no ser objeto de posterior investigación , interrogatorios o requerimientos. En la práctica totalidad de esos casos, el departamento legal de la sociedad Watch Tower ha enviado por correo a la persona (o a su representante, si lo hubiere) un grueso paquete en forma de un resumen legal en el que se presenta mucha evidencia de éxitos obtenidos por la organización en las cortes judiciales en casos parecidos, citando muchos casos legales en apoyo de sus derechos para actuar como un "gobierno" religioso y "tribunal eclesiástico" para personas bautizadas por los testigos. En esencia el material establece que la persona o personas afectadas únicamente tienen dos alternativas, o someterse al "juicio oral" o desasociarse voluntariamente. (Las razones por las que muchos no desean llevar a cabo el desasociarse formalmente se consideran en los capítulos 10, 11 y 17 de este libro). Como ejemplo citan una decisión del Tribunal Supremo de los EE. UU. En la que entre otras cosas dice:

El derecho a organizar voluntariamente asociaciones religiosas para apoyar la expresión y diseminación de cualquier doctrina religiosa y para crear tribunales para la toma de decisiones relativas a cuestiones controvertidas de fe dentro de la asociación así como para el gobierno eclesiástico de todos sus miembros, congregaciones y oficiales dentro de la asociación, es incuestionable. Todos los que se unen para formar un cuerpo de esa naturaleza lo hacen teniendo en cuenta un consentimiento implícito hacia ese gobierno y se edifican para someterse a él.

El "derecho" mencionado es derecho legal de un "gobierno eclesiástico" para actuar de la forma prescrita. Sin embargo, el resumen enviado por el abogado de la Sociedad Watch Tower fuerza el factor "legal" haciendo una recapitulación del asunto en estos términos:

C. Relación entre la Congregación y sus miembros. Es un axioma el que la esencia de la relación entre una organización religiosa y sus miembros queda regulada a través de consejos para poner de acuerdo a las partes y, generalmente, sirvan como una profesión de fe, apego a la doctrina de la sociedad religiosa y sumisión a su gobierno. (76 C.J.S. 755, sección 11). Alguien que ha concordado en ser miembro de una congregación, por tanto, se sujeta a las normas existentes y a los procedimientos de dicha congregación, no pudiendo negar su existencia. Todos los que se unen así voluntariamente a una organización religiosa actúan de esa forma con reconocimiento hacia ese gobierno y son edificados para someterse al mismo. Del rel. Morrow v. Hill, 364 N.F. 2d 1156 (Ohio 1977), Watson v. Jones, 80 U.S. 679, 729 (1872), 13 Wallace 679.

Puesto que sus clientes no se han desasociado de la congregación, según la ley han dado consentimiento implícito a su gobierno, sometiéndose a las normas existentes y procedimientos, estando legalmente sometidos a ella. El gobierno teocrático de la congregación al que sus clientes se han sometido legalmente incluye específicamente al Cuerpo Gobernante de los testigos de Jehová, su agencia legal, conocida como la Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc., y todos sus representantes legítimamente constituídos, incluyendo a los ancianos de la congregación con la que están asociados. Las normas y procedimientos a los que sus clientes se han sometido incluyen a los que intervienen en el arreglo de comités judiciales detallados anteriormente.

Al objetar a someterse a investigación y a ser juzgados por ancianos, algunos que se han apartado han recalcado que en el período que precede a 1985 en el que fueron bautizados, ellos "se habían dedicado a Dios no a una organización". Las preguntas modificadas que se utilizan actualmente le dicen claramente al candidato que está entrando en una "dedicación y bautismo" que lo identifica como ‘uno de los testigos de Jehová asociado a la organización dirigida por el espíritu de Dios’. Eso asegura que ciertamente ha perdido cualquier derecho "legal" a decir que no está sujeto al gobierno de la organización ni a juicios eclesiásticos. Al menos para el departamento legal de la organización eso es, sin lugar a dudas, simplificar la cuestión. Encuentro eso como una triste evidencia de reclamo de autoridad el que una organización se sirva del paso sagrado, absolutamente personal del bautismo, como ocasión para introducir su propia autoridad en la vida del bautizado.


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