LA ATALAYA

15 de Febrero de 1.999



La Familia y los Testigos de Jehová

DENTRO del círculo de la familia se pueden satisfacer muchas de las necesidades humanas cuya satisfacción lleva a la felicidad. Allí pudiéramos hallar las cosas que todos normalmente anhelamos: sentir que se nos necesita, se nos aprecia, se nos ama. Una afectuosa relación de familia puede satisfacer estos anhelos maravillosamente. Puede producir un ambiente de confianza, comprensión y compasión. El hogar entonces llega a ser un verdadero refugio en el cual se encuentra descanso de las dificultades y disturbios del exterior. Los hijos se pueden sentir seguros y sus personalidades pueden florecer hasta la plenitud de su potencialidad.

Esta es la vida de familia como nos gustaría verla vivida. Pero nada de esto viene automáticamente. ¿Cómo se puede lograr? ¿A qué se debe que la vida familiar se halle en medio de tan profunda dificultad hoy en muchas partes del mundo? ¿Cuál es la clave que decide entre si habrá felicidad marital o infelicidad marital, entre si habrá una familia afectuosa y unida o una en la cual haya frialdad y división?

Así daba comienzo el libro Cómo lograr felicidad en su vida familiar, publicado por la Sociedad Watch Tower en 1978, en una descripción de la importancia del arreglo familiar para el ser humano.

Dieciocho años después, dicha Sociedad, para justificar la existencia de sus grandes imprentas, y dar razón a todos aquellos que ven en sus fines, razones suficientes para seguir tachándola como entidad lucrativa, publicaron otro libro: El secreto de la felicidad familiar, en donde copiaron basicamente el contenido del libro anterior, y hasta las citas de Enciclopedias, y trataron de dar nuevamente las claves de la felicidad familiar.

LA FAMILIA es la institución más antigua de la Tierra, y desempeña un papel fundamental en la sociedad humana. A lo largo de la historia, la fortaleza de la sociedad ha estado en función de la fortaleza de la familia. Esta institución es el mejor marco en el que criar a los hijos para que se conviertan en adultos maduros.

La familia feliz es un remanso de paz y seguridad. Imagínese por un momento a la familia ideal. Durante la cena, los padres amorosos se sientan con sus hijos y conversan sobre los sucesos del día. Los niños cuentan con entusiasmo lo que ha ocurrido en la escuela. El tiempo relajante que pasan juntos los reconforta a todos para afrontar el día siguiente en el mundo exterior.

En una familia feliz, el niño sabe que sus padres le atenderán cuando esté enfermo, posiblemente turnándose al lado de su cama durante la noche. Sabe que puede acudir a su madre o a su padre con cualquiera de sus problemas infantiles para que lo aconsejen y apoyen. El niño se siente seguro, sin importar lo plagado de problemas que esté el mundo exterior.

Esta ha sido, y esta es la constante de los Testigos: han considerado que la felicidad en la relación matrimonial y familiar tiene unas claves que hay que descubrir, que hay un secreto, una fórmula, un 'abracadabra' o pócima mágica con orígenes bíblicos y descubierta en Brooklyn, que aplicada a cualquier tipo de relación humana tiene resultados sorprendentes. Como todos los temas que ellos consideran en sus libros y revistas tienen un siclo de rotación que dura diez, quince o veinte años, (en algunos temas concretos, menos), es por lo que vuelven a publicar libros con el mismo contenido, pero revestidos de diferentes portadas, títulos, y adornados de mejores dibujos y fotografías, con los que tratan de 'captar' la atención a un número mayor de personas.

En el tema de la familia, e independientemente de esto, los testigos de Jehová han mostrado siempre una alta preocupación por mantener los esquemas tradicionales de la familia, y para ello han recurrido a las más estereotipadas formas de interpretar textos bíblicos y situaciones familiares, con objeto de respaldar una clara posición conservadora sobre lo que es una familia y cómo mantenerla unida. En favor de ellos, podemos decir que en la mayoría de información que han publicado sobre la familia, se encuentra por lo menos alguna información útil.

Otro asunto distinto es que en la practica, los consejos repetidos hasta la saciedad en dichas revistas: la planificación de una relación, el encajonamiento de los distintos papeles que desempeñan el hombre, la mujer y los hijos en la familia, sean realmente útiles y se puedan utilizar como piezas maestras de una institución, que como la vida, va cambiando con el paso del tiempo.

Muchos de estos consejos, (y buena gama de ellos los podemos encontrar en La Atalaya del 15 de febrero de 1999, pág. 4-8), me recuerdan y parecen copia calcadas de diversos artículos publicados en la revista de Selecciones de Reader's Digest, del que soy asiduo lector desde hace muchos años. En ellos se suele plantear un problema o un deseo, y se dan cuatro o cinco pautas 'mágicas' que animan a la reflexión o a la solución automática del problema. Es curioso que algunos de estos artículos han sido copiados casi en su totalidad, añadiéndoles el factor espiritual de algunas citas bíblicas. Esto hace que algunos artículos de La Atalaya y ¡Despertad! parezcan esencialmente 'recetas' de cocina, en las que uno pone ciertos ingredientes, y al final sale generalmente lo previsto. Independientemente, de que muchos de los consejos que aparecen en la Atalaya son incoherentes, estereotipados y faltos de consistencia.

P. ej: Comienzan con una ilustración curiosa. Dicen: ¿Se zambulliría usted en un río sin haber aprendido a nadar primero? Tal imprudencia podría ser perjudicial, incluso mortal. No obstante, piense en cuantas personas se casan precipitadamente sin saber asumir las responsabilidades implicadas.

Y preguntamos nosotros: ¿Cómo aprende uno a nadar en este asunto del matrimonio? ¿Como experimentar antes de zambullirte en el matrimonio? La pregunta está planteada de tal manera, que podría tener una alternativa como sigue: ¿Se casaría usted sin antes haber convivido juntos con su futuro cónyuge? Tal mprudencia podría ser perjudicial, incluso mortal. No que esté de acuerdo con la convivencia antes del matrimonio. Pero la incoherencia de la ilustración me lleva a hacer esta reflexión. No es extraño que una amiga nuestra, comente: "¡Que ilustración más absurda! ¿significa que cuando sabes nadar si entras en un "rio desconocido" ya no corres riesgo alguno?, ¿Cómo puede uno asumir las responsabilidades implicadas en algo que no conoce, que no ha experimentado?.

Esta incoherencia la acrecientan poco después al decir: "Es cierto que el matrimonio puede resolver ciertos problemas. Pero hará surgir algunos nuevos también. ¿Por qué?. Porque en el matrimonio se unen dos personalidades diferentes que quizá sean compatibles, pero dificilmente idénticas."

Nuevamente nuestra amiga comenta: "Y si no son compatibles, ¿cómo lo sabrán? Por que de novios la relación puede ser estupenda y maravillosa, pero la convivencia es diferente, ¿cómo sabrán si sus caracteres son compatibles si no experimentan la convivencia? Y si el noviazgo es corto como se aconseja en las congregaciones pues menos posibilidades tendran de conocerse ¿no?.

Pero es que después plantean algunas preguntas, que uno se tiene que hacer con respecto a sí mismo y otras, con respecto a su futura pareja, algunas de ellas, curiosas.

Recojo íntegros los comentarios que algunos hermanos y hermanas han efectuado sobre estas preguntas en el siguiente cuadro:

UNA MIRADA A USTED MISMO

  • ¿Estoy dispuesto a comprometerme con mi cónyuge para toda la vida?

Es obvio que cuando uno se enamora y se compromete con esa persona para unirse a ella, lo hace con la idea de que esto sea para toda la vida, es absurdo razonarlo de otro modo, uno no dice, bueno voy a casarme para unos cuantos años y luego me divorcio y luego me caso otra vez con otra persona y a los pocos años me divorcio otra vez...
Las situaciones surgen con el pasar del tiempo, uno no planea por norma general el que suceda una separación. De poco sirve pues hacerse a uno mismo el proposito de comprometerse para siempre por que aunque esto sea lo que este en el corazón de la persona antes de casarse, cuando el barco esta navegando en alta mar pueden pasar tantas cosas que casi todo es impredecible.

  • Si pienso casarme, ¿he pasado ya los años de la juventud en que los impulsos sexuales se intensifican y pueden afectar el buen juicio?

Los impulsos sexuales son innatos en el ser humano, sin ellos la continuación de la especie correría peligro, estos deseos permanecen con nosotros desde que somos tiernos bebes hasta la madurez, e incluso en la vejez aun acompañan a los humanos. La edad no es determinante de una buena y estable relación. El peligro de que a tu pareja o a uno mismo le atraiga alguien del sexo opuesto es un factor constante, la cuestión más bien seria saber dominar esos deseos normales que todos poseemos y apegarnos a ser fieles a nuestra pareja.

  • ¿Qué cualidades tengo que me ayudaran a contribuir al éxito de mi matrimonio?

Por muy excelentes cualidades que uno tenga eso tampoco determina que el matrimonio vaya a ser un exito, una mujer o un hombre pueden ser excelentes personas, y aunque es un factor a tener en cuenta tampoco garantiza que la relación vaya a subsistir, aunque por supuesto estoy totalmente de acuerdo en el consejo de Pablo a los Colosenses en su capitulo 3 y versiculo 12.

  • ¿Tengo la madurez que se requiere para apoyar a un cónyuge durante tiempos difíciles?

¿Alguien es capaz de responderse a si mismo esa pregunta de manera sincera? Por favor, ¿como vamos a saber si podemos hacer o no tal cosa hasta que no se nos presente la situación? La Biblia dice que el suceso imprevisto nos acontece a todos, si algo es imprevisto ¿como lo podemos preveer? Nuestros deseos pueden ser siempre los mejores pero hasta que las cosas no suceden no podemos saber como será nuestra reacción. No podemos programarnos como robots, somos "humanos".

  • ¿Soy por lo general alegre y optimista, o triste y pesimista?

Esta pregunta me ha dejado perpleja. ¿Es que una persona, por ser triste y pesimista no tiene derecho a casarse? Que lo explique.

  • ¿Permanezco tranquilo cuando estoy bajo presión, o cedo a la ira incontrolada?

Las respuesta a esta pregunta tampoco soluciona nada, pues no porque una persona descubra que de vez en cuando se altera, incluso reacciona incontroladamente, eso le garantiza un matrimonio de éxito. Los consejos bíblicos son útiles y válidos en todos los campos de nuestra vida, y solo una conciencia de la utilidad de ellos ante nuestro Dios, nos puede ayudar a mejorar en nuestra manera de ser en la vida. Pero cuando se habla de emociones y sentimientos, ¿hay alguien capaz de controlar cien por cien tales cosas? Por muy alegre y optimista que uno sea, poseerá a lo largo de su vida con momentos pesimistas y depresivos o por muy tranquilo que uno trate de ser la propia Palabra de Dios indica que aun el sabio sometido a presión actua como un loco. (Ecle 7:7)

No es extraño, que nuestra buena amiga comente: "Todas las teorias son muy buenas, pero la practica de esas teorias a veces se distancia mucho de la realidad. Cuando estudiamos para obtener el carnet de conducir, primero estudiamos la teoría, aprendemos las leyes y las normas de circulación y como debemos de actuar en la carretera, nos dicen donde está en embrague, el acelerador, el freno, el volante, todo bien explicado por el profesor. ¿Significa eso qué todos conduciremos igual?, ¿qué seremos buenos conductores?. Algunas personas es obvio que deberian llevar la "L" siempre, otros todo lo contrario. Pero lo interesante es que hasta que no cogemos el coche y experimentamos lo que significa conducir por mucho que hallamos aprendido teoria no sabremos como nos irá."

Y a los lectores de la Atalaya, unas veces les va bien y otras les va mal. No hay ningún secreto mágico para nada ni para nadie. En La Atalaya del 1 de agosto de 1996, pág. 17#8 reconocieron:

Pudiéramos pensar que la expresión de tal amor es automática en la familia cristiana. Sin embargo, debe admitirse que el amor no siempre reina al grado que debiera en algunos hogares cristianos. Es posible que en el Salón del Reino demos la impresión de ser amorosos, pero ¡con qué facilidad puede disminuir nuestra santidad en el marco doméstico!

Por eso, no tiene mucho mérito el publicar una y otra vez artículos relacionados con la familia, dando a entender que ellos son los mejores defensores de tal institución, sino más bien, despierta sospechas y nos pone sobreaviso sobre lo artificial de algunas relaciones que dependen del sometimiento a un papel determinado, pintado y retintado en las publicaciones de la Watch Tower, con obsesiva predeterminación.

Y sigue siendo una verdadera incógnita para muchos, el que, si tenemos en cuenta la pequeña comunidad que forman los Testigos, tanta reiteración y repetición no puedan evitar que muchos de esos matrimonios se rompan a pesar de que los dos profesan la misma ideología, víctimas de la infidelidad, incompatibilidad e infelicidad en general.

Por eso, algo curioso es observar, que muchos de esos artículos son escritos y publicados para justificar tres cosas: 1º) la aparente unidad que se ve en algún tipo de familias, en las que todos y cada uno de sus miembros se someten a las instrucciones que se derivan de sus libros, y 2º) la rotura que producen, cuando llegan a las casas, y consiguen que un miembro de una familia escuche su mensaje, lo crea y lo siga a pie juntillas, mientras que otros miembros rechazan dicho mensaje, y 3º) el distanciamiento que producen entre la persona que se adhiere a sus doctrinas con el resto de familiares, en especial, si estos han llegado a pertenecer en algún momento al colectivo.

¿Unidad, o uniformidad?

En otros artículos hemos comprobado que muchos grupos religiosos, en especial, grupos con características sectarias como son los testigos de Jehová, a base del ferreo control que ejercen sobre sus adeptos, consiguen verdaderas maravillas en lo que tiene que ver con el orden, la forma de actuar, el progreso, etc.

La familia no queda exenta de este proceder. Conozco y he conocido a muchas familias testigos de Jehová que son una piña en torno a los ideales que profesan: padres amorosos que ponen un buen ejemplo de habla y de conducta, hijos educados y obedientes, esposas que son excelentes amas de casa y gran respaldo para su cónyuge.

Al principio yo pensaba que estas eran características propias de los testigos por seguir fielmente las normas bíblicas y por tener la bendición de Dios en su proceder. Los ocho años que estuve sirviendo como anciano en la congregación Genil (Granada) me abrieron los ojos a otra realidad diferente: las familias de los testigos de Jehová no son ni más ni menos que otras familias católicas, evangélicas, mormonas, etc. Sufren su peculiar 'brecha de generaciones', sus infidelidades, sus discusiones entre el matrimonio, a veces, con consecuencias de separaciones y divorcios, etc. Cuando las revistas publicadas por la Watch Tower nos cuentan relatos de familias grandes que han tenido éxito en criar hijos educados y obedientes, sólo nos están contando un lado de la cuestión, es decir, nos cuentan las experiencias que han resultado positivas en sus adeptos, y esconden las negativas.

Yo he conocido a familias testigos de Jehová, que han criado a sus hijos con los principios 'bíblicos', y que han tenido experiencias tan sobrecogedoras como verlos morir por una sobredosis de drogas, o encarcelados por participar en robos con pandillas de vecinos, ser violadas por los amigos, tener hijos indeseados, o morir por competir en deportes peligrosos, o simplemente por hacer el tonto con una moto y estrellarse contra un muro.

Esto no lo cuentan. Es más, diríamos que esto lo ocultan descaradamente.

En la mayoría de los casos, ¿qué es lo que realmente consiguen con sus adeptos? ¿Cuán real es la unidad lograda?

Raymond Franz, que desde las más altas esferas vivió y contempló esto, ha llegado a decir:

Es cierto que el establecer un control legalista sobre otros produce un tipo de unidad y se logra cierto orden. Pero, ¿cuán auténtico es? ¿No es en realidad una unidad y un orden basados en la uniformidad y la conformidad? Por otro lado, ¿es el resistir el que hombres impongan (a través de una interpretación legalista) su control sobre la vida personal de otros algo que esté en contra de la verdadera cohesión y unidad? ¿Es que esto ha de resultar en que cada persona vaya en su propia dirección, obstinada e independientemente, satisfaciéndose sólo a sí misma? No tiene que ser así y no lo será, si es que la persona acepta de corazón la dirección de Aquel que da tal libertad.
Así como uno no puede amar al Dios invisible y a la misma vez odiar a su vecino, de igual manera uno no puede estar unido al Hijo de Dios y tener malas relaciones con, o estar aislado de todos y cada uno de aquellos que están igualmente unidos y sometidos humildemente a la misma jefatura".
Según las Escrituras, es el amor lo que es un "vínculo perfecto de unión", y no el ser miembro de una organización, porque el amor es sufrido, es amable, no es celoso, no se hincha ni busca sus propios intereses, sino que procura el bien de los demás.
El amor no coacciona a la gente para que tengan una relación estrecha; más bien, los atrae y los une de manera afectuosa. Cualquier supuesta unidad cristiana que se encuentra fundada en otra base, es, en realidad, ficticia, no genuina, y tal pretendida unidad sólo puede ser mantenida por medios anticristianos.

Estas palabras de Franz nos llevan a pensar, que los muchos controles que se ejercen sobre los matrimonios, o los que los propios los padres ejercen sobre sus hijos para que estos 'hagan' o 'dejen hacer' un determinado comportamiento, puede tener cierta medida de éxito.

Curiosamente ese control comienza desde pequeñitos: ¿Que hace un padre Testigo cuando se entera que su hijo pequeño ha cantado el 'cumpleaños feliz' o ha cogido los caramelos o 'chuches' que otros niños han llevado? ¿Cómo reacciona cuando se entera que su niño ha dibujado o coloreado una bandera de Andalucía o España, o que ha participado en adornar la clase para recordar la Navidad? De inmediato, someten a sus hijos a diversas sesiones de adoctrinamiento, diciéndoles que a Jehová no le gusta tal o cual fiesta, que se enfada si cojemos esos caramelos, que se siente triste si le desobedecemos, etc.

¿Y cómo reacciona el crio? No es extraño ver a niñitos de tres y cuatro años, decir a la profesora que no harán tal o cual cosa, porque 'eso no le gusta a Jehová'.

Este férreo marcaje que se ejerce sobre los hijos tiene una continuación con la insistencia en darle un estudio bíblico, un estudio de familia, una asistencia callada en la reunión, so pena de recibir unos cachetes, un salir a predicar en cuanto son mayorcitos, un adoctrinamiento para que hablen, etc. Al final, el niño no es lo que es, sino lo que los padres han querido que sea: un autómata robotizado con muy poco margen de decisión y acción. La Atalaya antes citada es un claro exponente de ello.

No es extraño que de ahí surjan 'héroes' como Marcos Alegre, un niño de 11 años, que ante la decidida acción de ponerle una transfusión de sangre de los médicos, amenazaba con quitarse los tubos que le conectaban a las botellas si era necesario. ¿Cómo se puede alabar la fe de este niño o de cualquier otro, que lo único que hacen es responder como unos autómatas a las dirextrices de los padres? ¿Descubrió este niño, simplemente leyendo la Biblia, que Dios prohibió hace dos mil años las transfusiones de sangre?

Evidentemente, una organización que enseña a sus miembros a 'controlar' a sus hijos, a adoctrinarlos férreamente, a reprenderlos si hacen, o comen, o cantan, etc., que los asustan con el Armagedon, con el castigo de Dios, y que les crean en su mente la imagen de un Dios vigilantes y justiciero que les tiene controlados en cada paso que da, esa organización tiene más de humana que de divina.

Es por eso, que dentro de las familias de los testigos de Jehová existe una proporción considerablemente alta de 'ovejas negras' que cambian de camino en cuanto perciben la trampa. El problema es, que como no han aprendido a volar, pues se lo impidieron sus padres, tienen muchas más posibilidades de 'estrellarse', que otros de su misma edad.

¿Unen, o separan matrimonios?

Algo de lo que no podemos apartar nuestra vista, es de la ruptura que provocan en multitud de matrimonios como consecuencia, no del mensaje de las buenas nuevas de Jesús, sino del conjunto de enseñanzas y practicas que caracterizan a los Testigos.

En La Atalaya del 1 de diciembre de 1998, pág. 14#4 destacaron:

"...debido a que la verdad bíblica no tiene el mismo efecto en todos los miembros de la familia, a los Testigos tambien se les ha acusado de provocar la ruptura de esta."

En España hay más de mil casos denunciados en los juzgados o en los medios de comunicación, de matrimonios estrechamente unidos que fueron rotos por la intervención de los testigos de Jehová. En mis ventidós años de estar asociado con ellos, puedo dar nombre y apellidos de más de veinte casos de separaciones matrimoniales o hijos echados del hogar, o que se vieron obligados a dejarlo, sucedidos sólo en la provincia de Granada, como consecuencia de que los testigos de Jehová llamaron una vez a su puerta, captaron la atención de un miembro, y ya la vida dejó de ser igual para todos. ¡Veinte casos solo en Granada!

Pero es que esto mismo es lo que la propia Atalaya reconoce sutilmente que sucede, cuando una persona "empieza a estudiar la Biblia" con ellos. En La Atalaya del 1 de septiembre de 1994, pág. 29 razonan:

"La mayoría de las personas que aceptan las buenas nuevas y empiezan a estudiar la Biblia probablemente no se percaten de la envergadura de los cambios que se producirán en su vida. En primer lugar, es posible que el nuevo estudiante de la Biblia pierda algunos amigos que no pueden entender por qué ya no participa con ellos en actividades que ahora sabe que deshonran a Dios. (1 Pedro 4:4.) Puede que algunos se enfrenten a oposición familiar y les duela ver que sus seres queridos rechazan a Jehová o incluso lo odian. (Mateo 10:36.) Este puede ser un sacrificio difícil.
También habrá que hacer sacrificios en el trabajo o en la escuela."

Así pues, ellos saben muy bien, que cuando visitan los hogares y 'captan' la atención de alguien, van a provocar esos cambios de envergadura en la persona, que le va a llevar a perder su círculo de amigos, le va a traer problemas familiares y sacrificios en el trabajo y el colegio.

Y observe los término utilizado con relación a su afectación al círculo familiar. La Atalaya dice: Puede que algunos se enfrenten a oposición familiar y les duela ver que sus seres queridos rechazan a Jehová o incluso lo odian. Con un lenguaje de estas características, juzgan el proceder de los familiares que se oponen a su incorporación al colectivo de testigos de Jehová, asociando el rechazo que despierta en la mayoría su extraña forma de interpretar la Biblia, con el rechazo u odio al propio Jehová. De esta manera preparan el terreno de una futura ruptura.

Ellos inculcan en estos nuevos adeptos, que lo que hay envuelto, lo que está implicado, es su lealtad a Dios. Por eso preguntan sutilmente: "Suponga que sus familiares quieren que deje de estudiar la Biblia y de relacionarse con los testigos de Jehová. ¿Pondrá a Dios en primer lugar haciendo lo que le agrada a él? ¿Ocupa Dios el primer lugar en su vida aunque sus familiares se opongan a que le sirva?" (Preguntas copiadas de La Atalaya del 1 de octubre de 1995, pág. 8#2).

Así, 'estudiar la Biblia y relacionarse con los testigos de Jehová', es 'poner a Dios en primer lugar', lo que provoca de inmediato, algún tipo de tensión y roce, con todo aquel que no considera que esto sea así.

Tal vez no sea la intención de sus dirigentes la de producir tal rotura, pero la imposición de ciertas normas de conducta, el cambio de una serie de prioridades, y la actitud intolerante sobre otras religiones o prácticas, provocan invariablemente dos reacciones: o la persona no interesada en el mensaje de los testigos acepta y calla cuando su cónyuge se hace miembro de los Testigos, o esa persona, después de observar dónde se ha metido su cónyuge, sus hijos, sus padres, etc., denuncia tal situación provocando la rotura de dicha familia.

Y es que la vida familiar cambia de manera obstensible cuando un componente de ella se interesa en el mensaje de los testigos de Jehová.

Para los dirigentes de los Testigos, cuando captan a un miembro de una familia, su objetivo principal no ha sido nunca el de que dicha persona mejore a esa familia aunque sea levemente, cambiando de hábitos, modificando su comportamiento y aprendiendo el respeto y la tolerancia del resto de componentes, sino que lo que aprende, debe de tener una extensión que sobrepasa el ámbito de la familia, y que se extiende a unas obligaciones que provocan la rotura drástica de todo aquello que no concuerda con las instrucciones siempre cambiantes recibidas desde Brooklyn. ¡Hasta tuvieron la osadía en la década de los 70, de adentrarse en la vida sexual, determinando lo lícito e ilícito de una relación sexual, y aconsejaron a las esposas Testigos lo que tenían que hacer cuando su esposo incrédulo insistiera en tener relaciones 'contranaturales' o lo que ellos denominaban en ese tiempo "actos crasamente contranaturales". (Vea Preguntas de los lectores de La Atalaya del 15 de mayo, pág. 319-20)

Y quienes conocen a los testigos de Jehová saben muy bien que esto es cierto, que las normas y dirextrices emanadas de Brooklyn, cuando algunos miembros de una familia no las aceptan por entenderlas irrazonables, ilógicas o antibíblicas, sufren invariablemente un rechazo de los que sí. Esto se acentúa más cuando esa persona, en un momento dado ha llegado a estar interesado en el mensaje de ellos, se ha hecho miembro del grupo, y después ha decidido abandonarlo.

Los Testigos se defienden alegando que los principios bíblicos les han ayudado a ser mejores esposos, mejores esposas y mejores padres e hijos, pero ocultan sistemáticamente las razones fundamentales que llevan a la rotura de la familia, y que no tienen nada que ver con dichos principios bíblicos, sino con las normas e imposiciones internas de la organización que 'apartan' poco a poco al adepto, de ciertos comportamientos tachados como antibíblicos (p. ej: la celebración de la Navidad, los cumpleaños, las fiestas que estén relacionadas con los padres, los enamorados, etc., que antes los Testigos celebraban), y adoptando otros que les roban mucho del tiempo que deberían dedicar al cónyuge y a los hijos.

Imagínese que lo que significa para una familia normal, el que algunos de sus componentes, de repente comiencen a asistir tres veces a la semana a unas reuniones y obligar a los niños menores a que les acompañen, asistir tres veces al año a unas asambleas probablemente fuera de su ciudad, el predicar lo máximo posible, el hacer el precursorado, el leer diariamente la Biblia y las publicaciones de la Sociedad, el hacer un estudio de familia, etc., que evidentemente, van 'aislando' a la persona de otros quehaceres habituales de la familia.

Cuando estas premisas 'tocan' a una persona visceral y fanática, imagínese el terremoto que ocasiona en una familia.

Por eso, podemos afirmar que una organización que cambia la escala de valores de una familia, poniendo como prioritarias la asistencia a unas reuniones, la labor de proselitismo, y una serie de doctrinas y prácticas que antes permitían pero que ahora prohiben, es una organización falsa e hipócrita, indigna de defender y ensalzar.

Una organización que ¡hasta se ha metido en la cama de sus seguidores para ver qué hacen o dejan de hacer, incluso la de matrimonios en el que uno es Testigo y el otro no! y determina por un tiempo lo permitido o prohibido de una relación sexual, lo lícito o ilícito de tal relación; una organización que dice cuándo se pueden divorciar y cuándo no, perturbando la buena convivencia de ese matrimonio, esa organización es un reflejo fiel de sus dirigentes.

¿Enemigos del hombre en su propia casa?

Ocurren a menudo casos dentro de los testigos de Jehová, en los que toda la familia son adeptos, pero uno de ellos: cónyuge, hijo, padre, etc. decide abandonar el grupo por razones diferentes, o es expulsados del colectivo por haber infringido las normas bíblicas o el particular "código penal" que ellos han inventado. ¿Qué pasa en estos casos?

En 1981, después que un miembro del Cuerpo Gobernante que se había destacado por poner en primer lugar la bondad y la misericordia en el trato con las personas que habían sido apartadas del colectivo, o que ellas misma habían decidido tan salida, publicaron una serie de pautas rigurosísimas y que hasta la fecha se siguen aplicando al pie de la letra y de forma drástica.

El tema de ese estudio de Atalaya era bien significativo: Si se expulsa a un pariente... En él, utilizaron palabras y establecieron normas, propias del mejor periodo de la inquisición, o de los grupos sectarios más peligrosos conocidos, con objeto de controlar un foco de peligro para los que siguen profesando su ideología: la personas que se salen del colectivo por razones de conciencia, y reexaminan todo el conjunto de enseñanzas y doctrinas provenientes de Brooklyn sin utilizar la lupa de la publicaciones de ellos.

¡Estas personas son verdadera dinamita! ¡Hay que apartarlos como veneno o gangrena pestilente! ¡No importa que sean parientes! ¡No importa que vivan en el mismo hogar! ¡Hay que mantenerlos apartados lo máximo posible de uno mismo!

Pero primero justificaban el asunto con un texto bíblico. Mateo 10:34-38 dice:

"No vine a poner paz, sino espada. Porque vine a causar división, y estará el hombre contra su padre, y la hija contra su madre, y la esposa joven contra su suegra. Realmente, los enemigos del hombre serán personas de su propia casa. El que le tiene mayor cariño a padre o a madre que a mí no es digno de mí."

Basándose en estas palabras de Jesús, se quería hacer ver que el testigo de Jehová es el perseguido, y el disidente es el perseguidor, algo absolutamente contrario de lo que en realidad sucede.

Imaginémosnos, por ejemplo, el caso de una familia, en la que todos son testigos de Jehová, y en la que el padre comienza a hacer una profunda investigación a raiz de los cambios doctrinales que los testigos de Jehová han realizado, y que les ha llevado a ir confundiendo a la gente en general al decirles que estábamos siendos juzgados y separados como ovejas y cabras desde 1914, y que la 'generación' que contempló lo sucedido en 1914, iba a estar viva y presente cuando viniera el fin.

Imagínese que tal padre, compra algunos libros en los que comprueba que los testigos de Jehová han efectuado este tipo de pronósticos desde sus comienzos con Carlos Taze Russell, y que todos han resultado fallidos: Primero, que 1799, después que 1874, más tarde que 1914, un poquito después, que 1925, más reciente, que 1975 y finalmente, que ni juicio ni generación, que todo ha sido asunto de 'adelantar el reloj'.

Imagínese que este padre comienza a descubrir que muchas de las interpretaciones bíblicas de los Testigos son caprichosas, que tienen fecha de caducidad, y que sin embargo, han sido impuestas a la fuerza como normas coercitivas, lo que ha llevado a miles de ellos a muerte innecesaria, a sacrificios innecesarios, a pérdidas innecesarias, a sufrimientos innecesarios; imagínese que este hombre comienza a expresar públicamente estos descubrimientos a sus familiares y amigos, y de inmediato es visitado por los 'ancianos' que le amenazan, le cohartan, le presionan y le exigen guardar silencio.

¿Es peligroso un hombre como este dentro de las filas de los testigos de Jehová? No solo es peligroso, ¡es peligrosísimo! ¡Hay que controlar para que esta persona no tenga acceso a otros que se mantienen docilmente dentro de la congregación! ¡Hay que evitar que esta persona exponga sus ideas a otros! ¿Cómo? Aunque esta persona siga teniendo una vida moral limpia, se le aplica 1 Cor 5:9-11 (Reina-Valera 1995) que dice:

"Os he escrito por carta que no os junteis con los fornicarios. No me refiero en general a todos los fornicarios de este mundo, ni a todos los ávaros, ladrones o idólatras, pues en tal caso os sería necesario salir del mundo. Mas bien os escribí para que nos os junteis con ninguno que, llamándose hermano, sea fornicario, ávaro, idólatra, maldiciente, borracho o ladrón; con el tal, ni aún comais."

De esta manera, se convierte a este padre investigador en un enemigo de la familia, peor que un fornicador, avariento, ladrón o borracho. Y si éste intenta compartir sus descubrimientos con otros miembros de la familia de manera razonada, se considera que es un "enemigo" que los persigue o que se opone a su cónyuge, o sus hijos.

Y se recalca la frase: con el tal, ni aún comais. ¿Cómo aplican estas palabras los testigos de Jehová para con un miembro de la familia? La Atalaya citada anteriormente dice:

10 De modo similar, si un pariente, como algún padre, o madre, o hijo o hija, ha sido expulsado o se ha desasociado, los vínculos consanguíneos y familiares permanecen en vigor. Entonces, ¿quiere decir eso que cuando a un miembro de la familia se le expulsa todo permanece igual dentro del círculo familiar? Definitivamente no.
11
El expulsado ha sido cortado de la congregación en sentido espiritual; los vínculos espirituales anteriores han sido rotos por completo. Esto es cierto aun respecto a los parientes del expulsado, entre ellos los de su círculo familiar inmediato o cercano. Por eso, los miembros de la familia —aunque reconocen los vínculos familiares— ya no tienen compañerismo espiritual con el expulsado.—1 Sam. 28:6; Pro. 15:8, 9.

Así que, ¡pobre de la persona que, habiendo sido testigo de Jehová decide abandonar el grupo, pues un marido, un padre o unos hijos incrédulos están en mejor situación que él! Los vínculos espirituales anteriores han sido rotos por completo, dicen. Esto, que suena bien al oido, tiene un sentido ambiguo para aquella persona que no conoce el significado que se le da dentro de los testigos de Jehová al termino 'los vínculos espirituales', pero tiene un sentido terrible para todos lo que estuvimos alguna vez dentro de sus filas.

En esta tabla resumimos lo que significa:

MIEMBRO CERCANO DE LA FAMILIA

  • No podrá dirigir estudio de familia, ni tomar la delantera en leer la Biblia u orar para el resto. Si lo hace para comer, nadie le escuchará.
  • Si asiste a estudio, no podrá comentar o exponer alguna idea.
  • No podrá asistir a comidas, excursiones, reuniones de familia o celebraciones sociales.

PARIENTES QUE NO VIVEN EN LA CASA DE UNO

  • Evitar asociarse innecesariamente con ella.
  • Deben mantener al mínimo los tratos comerciales con ella.
  • No se le visitará, ni se le invitará a reuniones o celebraciones familiares como bodas.

Los Testigos se defienden alegando, que éste comportamiento para con quien ha abandonado sus filas, o ha sido expulsado de ellas, viene definido en la Biblia, que la expulsión y el posterior trato al expulsado o desasociado es bíblico y cristiano. Sin embargo, todas las pautas de conducta establecidas en la Atalaya desencadenan la rotura de familias de manera inmisericorde. Y los responsables son los que dan las pautas como provenientes de Jehová.

David y MªAngeles en la Central de Ajálvir
Un ejemplo: David y MªAngeles son un matrimonio cristiano que hace unos meses decidieron abandonar a los testigos de Jehová por razones de conciencia. Después de haber servido durante un año como 'precursores' en Almadén, donde gastaron todos sus ahorros en pos de propagar el mensaje de las buenas nuevas del reino que ellos consideraban correcto, se establecieron en Córdoba, donde viven en la actualidad, y allí han estados activos en una congregación hasta hace poco.

Su incursión en Internet les llevó a descubrir diversos asuntos relacionados con los Testigos: su participación en un Congreso religioso en Italia donde aparecían multitud de sectas destructivas, incluso adoradores de Satanás; la falsa representada con el Gobierno de Bulgaria teniendo como testigo a la Comisión Europea de Derechos Humanos; y el papelón que han representado en Francia en defensa de sus finanzas, gastando 25 millones de pesetas (un millón de francos), en realizar una encuesta y hacer una campaña de tres días distribuyendo un folleto.

No se lo podían creer. Escribieron a Madrid en busca de respuestas. Esta se materializó en la forma de una visita del Superintendente de Circuito y dos ancianos que todo corazón, venían a 'reajustar' a estas ovejas perdidas para que volvieran al redil. Sólo el 'circuito' estaba informado de las noticias que llevaron a David y MªAngeles a hacer las preguntas que hicieron. Ante las preguntas de ellos, los ancianos contestaban con evasivas, recalcando sbre la importancia de no dejar la congregación, pues, ¿Adónde iban a ir?

Ante el injusto proceder de una organización que alegaba ser la organización de Dios, David y MªAngeles presentaron una carta de renuncia con un contenido extenso, en donde exponían las razones que les llevaban a tal proceder. Las reacciones no tardaron en suceder: la madre de David, que los visitaba ese fin de semana, cojió sus maletas y se fue a casa de otro hijo no-testigo. Antes de irse le indicó que "puesto que había dejado de ser testigo esto lo hacía automaticamente un apóstata según las publicaciones de la WT, y por lo tanto algo despreciable."

Los padres de MªAngeles le llamaron desde Sevilla insultándola y amenazándola con pegarle si la hubieran tenido cerca. Todos los intentos por hablar con ellos de manera razonada y calmada han resultado inútiles. De inmediato, los padres han vuelto a insultar y ofender. A partir de ahí, han tratado de ver a las nietas sin que su hija y yerno estén presentes, incluso yendo al colegio a recogerlas.

¿Qué había ocurrido? ¿Por que reaccionaban así?

La madre de David y los padres de MªAngeles no hacían otra cosa que seguir las pautas establecidas en las publicaciones de la Watch Tower. En La Atalaya del 1 de marzo de 1983, pág. 30-31 expusieron una situación similar:

"Otro tipo de pérdida tal vez la sientan los abuelos cristianos leales cuyos hijos hayan sido expulsados. Puede que los abuelos hayan estado acostumbrados a visitar con regularidad a sus hijos y disfrutar de la compañía de sus nietos. Ahora los padres están expulsados por haber rechazado las normas y los caminos de Jehová. De modo que las cosas han cambiado en la familia. Por supuesto, los abuelos tienen que determinar si algunos asuntos familiares exigen que ellos tengan cierta comunicación limitada con los hijos expulsados. Y puede que los abuelos a veces hagan arreglos para que sus nietos los visiten. No obstante, ¡qué triste es que los hijos, por su proceder no cristiano, impidan el placer normal de que disfrutaban tales abuelos!"

Seguro que los padres de MªAngeles han leído esta revista, y creen sinceramente que ellos son las víctimas y sus hijos los verdugos. Su hija y su yerno han rechazado las normas y los caminos de Jehová. De modo que las cosas han cambiado en la familia. ¿En qué consiste el cambio? En que ahora los lazos familiares se han roto, y los padres solo pueden tener comunicación limitada con su hija. Ya no la visitarán, ni hablarán con ella, como no sea 'limitadamente', y en relación con los nietos, "puede que los abuelos a veces hagan arreglos para que sus nietos los visiten." ¿Quién impide que estos abuelos disfruten de sus nietas? ¿Quién a roto esos lazos familiares? Solo una forma torcida de interpretar la Biblia, impuesta por un colectivo sin corazón, puede explicar esta absurda situación.

También estamos seguros que la madre de David, como una esponja ha 'absorbido' el espíritu imanente que se refleja en La Atalaya del 1 de octubre de 1993, pág. 19#15, cuando explica el Salmo 139:21, 22 diciendo:

El salmista dijo respecto a ellos: "¿No odio yo a los que te odian intensamente, oh Jehová, y no me dan asco los que se sublevan contra ti? De veras los odio con un odio completo. Han llegado a ser para verdaderos enemigos". (Salmo 139:21, 22.) David aborrecía a esas personas porque odiaban intensamente a Jehová. Los apóstatas están entre los que odian a Jehová y se sublevan contra él. La apostasía es, en realidad, una rebelión contra Jehová. Algunos apóstatas dicen que conocen y sirven a Dios, pero rechazan las enseñanzas y los requisitos de su Palabra. Otros sostienen que creen en la Biblia, pero rechazan la organización de Jehová y procuran activamente estorbar su obra. Cuando escogen a propósito obrar con maldad después de haber conocido lo que es correcto y la maldad está tan arraigada en ellos que es parte inseparable de su modo de ser, entonces el cristiano tiene que odiar —en el sentido bíblico de la palabra— a los que se han apegado inseparablemente a la maldad. Los cristianos verdaderos sienten lo mismo que Jehová siente hacia los apóstatas; no les intrigan las ideas apóstatas. Al contrario, les "dan asco" los que se han convertido en enemigos de Dios, pero dejan que Jehová se encargue de ejecutar venganza. (Job 13:16; Romanos 12:19; 2 Juan 9, 10.)

Ahora su hijo, supuestamente 'odia intensamente a Jehová' porque 'rechaza a la organización' que dice ser de Jehová, y es por eso que siente 'asco' por un miembro de su familia, alguien al que tuvo el privilegio de 'dar a luz'. Pero ¿qué es más importante? ¿conocer y servir a Dios o hacer esto a través de la Sociedad Watch Tower?, ¿vivir una vida moral limpia, o cumplir con los preceptos que esta Sociedad tiene establecidos? ¿No comprenden estas personas que están colocando a una organización humana como intermediarios entre Dios y los hombres?

Una organización que enseña a sus miembros a tener 'asco' a aquel componente de su familia, porque no reconoce la supuesta posición de intermediario que dicho colectivo pretende ocupar, no es una organización cristiana; es una organización 'respirada' y sostenida por un espíritu ajeno a Dios, con sus enseñanzas rompen estos lazos sagrados de la familia, y no tiene derecho a declararse defensor de esa institución, por muchos panfletos y artículos que publiquen y distribuyan.

Una organización que condena a la gente por no seguir unas pautas establecidas por ella misma, que señala con el dedo a todo aquel que remira en su pasado, que lo juzga como 'odiador de Jehová' porque simplemente descubre sus contradicciones y las publica, que clama por los derechos y libertades religiosas pero no permite que sus adeptos piensen por sí mismos, tengan sus derechos, es una organización de difícil ubicación en el mundo cristiano. Sus enseñanzas son 'peligrosas' y ella misma es una 'secta peligrosa'. Todas aquellas personas que caen en sus redes están en grave peligro: sus vidas, su familia, su equilibrio emocional, su futuro...

Durante 22 años he sido testigo de que los testigos de Jehová son en la actualidad un grupo de difícil ubicación en el mundo cristiano, que 'fabrican' hombres, mujeres y niños potencialmente peligrosos para ellos mismos y para sus familias.

Y después de observar su proceder premeditado, sus declaraciones ante los medios de comunicación, y sus alambicados sistemas de interpretar y aplicar versículos bíblicos, tengo profundas dudas de que en tal proceder no exista un grado grande de intencionalidad.